El sábado pasado Argentina se consagró campeón del primer mundial femenino de la historia al vencer a Estados Unidos por 6 a 2.

Agustina Imaz, la olavarriense que integró el plantel nacional, dialogó este lunes con Noticias por Canal Local y expresó su satisfacción al poder representar los colores argentinos de la mejor manera.

"Fue un orgullo, no lo podía creer, no me lo esperaba", dijo Imaz, quien aseguró que "obviamente jugar para argentina era una de mis metas, pero nunca lo había visto como una posibilidad".

La rama femenina del polo viene teniendo un gran crecimiento en los últimos años tanto en el mundo como en nuestro país, un pionero y máxima potencia del deporte. "En los últimos años aumento mucho la cantidad de jugadoras que lo practican. Fuimos nueve convocadas entre un montón de chicas que juegan, asi que era un orgullo que me seleccionaran entre tantas mujeres".

Respecto a la convocatoria, comentó que en febrero le llegó un mensaje del director técnico argentino Milo Fernandez Araujo, quien la invitó a formar parte del seleccionado: "obviamente que ni lo dudé y acepté".

"Todavía no caigo, me parece que me voy a dar cuenta de la dimensión recien cuando sea el próximo mundial. Ojala me toque verlo de adentro", expresó.

En cuanto a la repercusión que tuvo en la ciudad, indicó que "me llena de orgullo leer las notas y que hablen así de uno. Tengo un cantidad de mensajes que todavía no abrí. La gente de olavarria sabe lo que trabajamos con mi familia para poder llevar acá. Los mensajes de aliento y cariño siempre vienen bien".

Sus comienzos

Por cuestiones familiares, Agustina y el polo se encuentran enlazadas prácticamente desde su nacimiento. "El polo siempre formó parte de mi vida por que mi papá jugaba desde que yo nací", aseguró.

De todas maneras, no fue hasta hace aproximadamente seis años que comenzó a interiorizarse más en el deporte, y desde hace cuatro que juega en Pilar ante las mejores jugadoras del país.

La importancia del caballo

Respecto a su entrenamiento, la polista explicó que "no hay mucho descanso, tratamos de meterle continuidad y estar muchas hora arriba del caballo, y la parte fisica es fundamental. Trato de entrenar con un personal trainer para estar de la mejor forma posible".

"El caballo es todo, el 70% del jugador. Por eso le dedicamos tanto tiempo a que el caballo esté bien, coma bien y descanse. No es solo preocuparse en tu juego sino también estar en todos esos detalles de organización y que todo funcione bien para que los caballos rindan en la cancha", cerró.