Recibir desde la cuna un apellido célebre y al mismo tiempo contar con un familiar ilustre remite, al menos, a una relación unívoca entre ambas cuestiones. Por lo general van de la mano, pero a veces (aunque ambas cosas sigan siendo ciertas) no tiene nada que ver una con la otra.

Jeremías Sandrini, el base de Estudiantes modelo 18/19, reúne estas condiciones. Claro que la tentación inicial fue preguntarle si su apellido alude a algún grado de parentesco con aquel actor mitológico de la edad de oro del cine argentino. Ese que decían que era muy capaz de hacer reir o hacer llorar en cuestión de minutos y en la misma cinta de celuloide.

Metáfora inalterable también, a pesar del paso de los años, en el deporte para definir aquellos jugadores que alternan una de cal y una de arena. Una para el aplauso y otra... no tanto.

"Todos me lo preguntan pero no tengo ningún parentesco con el actor. No, nada que ver" reveló desde Rosario el futuro base de Estudiantes, hoy radicado en Paraná.  

La nota completa este sábado, en la edición de diario EL POPULAR