Julio Buffarini, Eduardo Salvio, Carlos Izquierdoz y Jorman Campuzano convirtieron para el "Xeneize", que arrancó de la mejor manera la Copa de la Superliga. El título que le arrebató a River no lo relajó, sino que lo potenció.

Después de un comienzo prometedor del local, el conjunto de la Ribera logró acomodarse en la cancha a partir de la circulación de la pelota y obligó a su rival a defenderse cerca de su área.

Esa era la situación del partido cuando, a los siete, Boca se puso en ventaja. El "Xeneize", que juntó mucha gente en ataque, construyó la acción por la izquierda con una combinación entre Obando y Pol Fernández, prolongó por la derecha con Salvio y Marcone y finalmente concretó con un fierrazo de Buffarini, que acompañó la jugada.

Después del gol la visita gozó del dominio total del juego, con una tenencia sostenida y criteriosa más una recuperación inmediata ante cada pérdida. Pol Fernández y "Bebelo" Reynoso manejaban los hilos del campeón del fútbol argentino.

Sin embargo, la visita no le llevó demasiado peligro al arquero Rey y de a poco expuso grietas en el fondo. Y una falla en la última línea a la hora de defender la pelota parada (un ítem que sufre el equipo de Russo) provocó que Badaloni marque el empate con un cabezazo de pique al suelo.

Parecía que el "Xeneize" necesitaba una tocada de oreja para dejar fluir todo su poderío, ya que sacó del medio y enseguida recuperó la ventaja tras una combinación entre Buffarini y Salvio que terminó con una precisa definición cruzada del "Toto".

Luego pudo liquidar la historia de la mano de "Wanchope" Ábila, pero el delantero mandó primero una media vuelta contra el palo y después un cabezazo desde dentro del área chica hacia donde estaba parado el arquero.

El segundo tiempo arrancó dinámico porque Godoy Cruz se paró unos metros más adelante y Boca tuvo más espacios en la gestación de sus ataques.

El "Tomba", perdido por perdido, se animó y casi logra el empate con un precioso disparo de Brunetta que dio en el ángulo.

El equipo de Russo debía convertir el tercero para no sufrir y consiguió esa ansiada cuota de calma pasados los 20 minutos, cuando a Izquierdoz le quedó muerta una pelota dentro del área y la mandó al fondo de la red.

De ahí hasta el fi nal Boca se floreó y en una de las tantas chances de las que dispuso anotó el cuarto para ponerle la frutilla del postre a otra noche repleta de alegría. -DIB-