El olavarriense Carlos Villalba logró dar el batacazo y se quedó con el segundo lugar del BSOP Río de Janeiro, uno de los torneos más importantes de poker de la región.

En su regreso al país, se acercó al edificio de El Popular para expresar su alegría sobre semejante logro: "estoy realmente muy contento".

Villalba contó que la idea de viajar surgió junto a un amigo de nuestra ciudad, con el fin de tener una experiencia en el exterior, aprovechando que se llevaría a cabo en Río de Janeiro y poder conocer la ciudad.

"Programamos un viaje en enero, se sumaron tres amigos más y terminamos siendo cinco de Olavarría. Se terminó cumpliendo un sueño hermoso porque el nivel, la organización y todo lo que respecta al torneo es magnífico", comentó, y destacó que "tuvimos la suerte de jugar mucho y pasear poco". 

"Fue algo soñado, sinceramente no esperaba llegar tan lejos", expresó. "Pasas el primer día, después el segundo, y ahí te empezás a entusiasmar y a ponerte metas. Pasar al cuarto día con la mesa final de nueve jugadores fue un sueño. Ahí ya me había motivado y creía que podía llegar a ganarlo, sabiendo lo difícil que podía hacer, ya estaba entre los mejores", indicó.

El subcampeón se ubica a si mismo en la categoría de los jugadores "recreacionales", y señaló que las diferencias entre los profesionales y los regulares "son grandes y se notan". "En argentina no juego más de dos torneos importantes al año, cuando los mejores juegan 30", sostuvo.

Si bien este logro permite que se abran más puertas, "es difícil porque uno tiene su familia y su trabajo, y necesitás tiempo para los viajes. Lo primero que me dijeron cuando terminó el torneo fue 'ahora te vas a Las Vegas', a lo que respondí 'no, ahora me voy a trabajar'", contó entre risas.

De todas maneras, confesó que "te da ganas y motivación para seguir intentando algo más". El primer lugar del torneo fue para Francisco Benitez, un jugador uruguayo reconocido a nivel internacional. Al finalizar la competencia, se le acercó a Villalba y le dijo que "no podía creer que nunca haya jugado a ese nivel, y me felicitó por mi desempeño".

"Estoy realmente muy contento. A partir de ahora las posibilidades y la confianza son más grandes", manifestó.

El poker como deporte

"Lo mas lindo de todo es que hace una semana jugaba al poker y era un delincuente, y ahora todos te reconocen", aseveró Villalba, con claras críticas al prejuicio que hay con el poker en el país.

El olavarriense contó que mientras estaba en el aeropuerto para regresar a la Argentina, llevaba su trofeo en la mano para que no se arruinara y los brasileños se acercaban a pedirle fotos.

"Para ellos el poker es una pasión y un deporte mental. Es el ajedrez moderno, de hecho muchos ajedrecistas son grandes jugadores de poker a nivel mundial. En brasil se enseña en las escuelas ", indicó.

De hecho, es tanta la reputación que tiene el deporte en el país vecino que en los Juegos Olímpicos de Rio 2016, Andre Akkari, el mejor jugador de la disciplina de Brasil, fue uno de los elegidos para transportar la antorcha olímpica.

"Nosotros venimos atrasados en eso, fundamentalmente porque los que manejan el poker en Argentina son los dueños de los casinos y no quieren salir de ese circo que tienen armado", afirmó.

De hecho, recién en abril de este año la Confederación Argentina de Deportes anunció el ingreso de la Asociación Argentina de Poker mediante la aprobación del Consejo Directivo, reconociendo así a la disciplina como un deporte mental.