"El proceso comenzó automáticamente después de China 2019. Cuando termina algo, arranca otra cosa, independientemente de si te fue bien o mal. Sonó el pitido final contra España y mientras nos lamentábamos ya estábamos armando Tokio, caso contrario no sería un proceso", comentó el director técnico de la Albiceleste en diálogo con la Confederación Argentina de Básquetbol.

Hernández está acostumbrado a enfrentar estos ciclos, ya lleva varios sobre el lomo, pero éste en particular estuvo atravesado por el coronavirus. La pandemia, pura y exclusivamente en torno a la lista, tuvo sus pros y sus contras. La suspensión del evento en su fecha original les dio margen a varios nombres de la Argentina a mostrar su evolución y mejorar de cara a la cita olímpica.

"Algunos jugadores como Bolmaro, Berra o Fernández tuvieron tiempo de explotar. En el caso de Leandro, hablar de proyecto ya sería viejo. Dejó en claro que ya está listo para jugar a nivel internacional de alto rendimiento. Otros que ya eran realidades dieron un salto de calidad muy grande como Campazzo, Deck y Vildoza", explicó el DT.

Asimismo, el coronavirus ajustó los calendarios y el tiempo de trabajo será menor. "Empezamos tarde y las Ligas están terminando tarde. Tenemos jugadores en Playoffs. Por ejemplo, Campazzo dio otro paso y estará al menos diez días más en competencia cuando nosotros en veinte días ya viajamos a Estados Unidos. Entonces, los tiempos son muy acotados", comentó.

"Además, iremos sólo un lugar para no hacer muchos movimientos. Llevamos una lista de 14 jugadores más el chico que va con la Sub 19. En otra época llevaríamos más, pero eso conlleva mucha responsabilidad. Al final muchos tenían la expectativa de estar en esta lista. Muchos sueños dependen de ese día y uno lo sabe", completó el entrenador.

La base es la misma que logró la medalla de plata en el último Mundial de China, pero hubo algunos cambios y "Oveja" destacó que lógicamente eso le genera cierto dolor: "Caffaro y Redivo consiguieron esta clasificación y todos le debemos un parte de la posibilidad de estar en Tokio. Estuvieron en el equipo y uno se lamenta, pero es así".

Uno de los nombres que tomó fuerza en esta temporada fue Carlos Delfino, pero finalmente no fue parte de la convocatoria y Hernández explicó: "Muchos saben que es mi jugador fetiche, pero al llevar una lista más acotada y al tener superpoblación en algunos puestos era difícil. Además, vamos con la idea de no competir solamente, sino pensar en diez años más adelante".

Para complementar su explicación, el coach tomó como ejemplo el Mundial de 1998, cuando Emanuel Ginóbili se ganó su lugar en medio de un cambio generacional. "Para que vaya él, ‘Pichi’ Campana se quedó en Buenos Aires en un momento donde te metía cuarenta puntos todos los partidos. Hay momentos en los que tenés que hacer un recambio", contó.