Luego de la salida de Carlos Adrián, el primer apuntado para ser el DT de Estudiantes fue Emmanuel Echeverría. Pasaron las semanas y finalmente la dirigencia confirmó las sospechas. Entonces, aún con 32 aunque ahora ya tiene 33 años, el "chueco" pasó a ser el entrenador más joven de la ciudad en dirigir en Primera División.

Y ese "sueño" se hará realidad desde el próximo lunes 6 de enero, momento en el club el plantel se juntará para comenzar la pretemporada de cara a la actividad que arrancará el 9 de febrero. "Por la edad podría estar jugando, pero no por las piernas", anunció entre risas el DT que fue paso a paso, división por división, y hoy tiene una responsabilidad importante.

Su primera frase, en su visita a EL POPULAR Medios, fue sobre esta chance que se confirmó la semana pasada: "Estoy contento, con muchas ganas, y la verdad es un sueño que se cumple. Igualmente espero el 6 de enero con tranquilidad; nos vamos a juntar en estos días con el cuerpo técnico ya que está todo confirmado y la idea es empezar a diagramar un poco todo el año que se viene".

Pero, además, contó cómo empezó su historia en Estudiantes. "Tenía 22 o 23 años, fue en mi segundo año de Instituto (profesorado de Educación Física). Empecé a trabajar de la manera más insólita ya que me llamaron para hacer de planillero en un baby de verano; me fue a buscar el Oveja (Alejandro) Suárez, recomendado por Martín Reyes.

Así empezó todo, es algo que lo saben pocos, porque yo estaba trabajando en el gimnasio del club. Ahí se apareció el Oveja y me preguntó si podía. Le dije que sí, por lo que empecé en la escuelita de fútbol del club. De a poco fui subiendo, despacio".

Por ello, después de un tiempo de trabajo en cada una de las categorías, el DT valoró que "cuando empezás vas mirando todo y decís ''qué lindo sería dirigir la Primera el día de mañana''. Aunque yo no tenía en claro que quería ser entrenador, ya que me recibí como profesor de educación física", contó Echeverría.

Y, como DT, también salió todo muy rápido: "Un día Abelardo Carabelli, que estaba como coordinador en ese momento, me ofreció ser el entrenador de la décima división, la categoría 1998, con lo cual me picó el bichito de dirigir. Lo hice, aunque me sentía en deuda conmigo por no tener la carrera de entrenador. Entonces, sentía que le estaba tapando el lugar a un técnico recibido, con lo cual lo hice cuando se dio la chance acá en Olavarría".

En ese recorrido que hizo a lo largo de su carrera, y dentro de su escala, ya estuvo en Primera División al lado de Carlos Adrián. "La responsabilidad es un poco más grande, ya que se tratan otros temas, y es otra la vida del jugador ya que algunos trabajan, otros estudian. Pero está buenísimo el desafío, y la verdad que el año y medio con Charly fue muy lindo... es un amigo que me dio el fútbol, por lo que no dudé cuando me ofrecieron trabajar al lado de él".

Y, como el DT hizo toda su carrera en el club, también vio el crecimiento de muchos jugadores que hoy están en el plantel. "Me tocó ver debutar a varios, aunque otros ya estaban consolidados en el equipo. Uno pretende que lleguen muchos más, pero la vida de cada chico es diferente".

"Se cortó mucho el pelo en el último año, domingo tras domingo teníamos un ''peladito'' nuevo. Fue una idea que se bajó desde la dirigencia y la coordinación, y estuvo bueno, aunque ellos también se lo ganaron. Es algo para resaltar", describió el "Chueco".

Su recorrido en amplio, conoce a los jugadores más allá de algunas variantes que se pueden dar lógicamente de un año a otro, pero también está claro que cada entrenador tiene su idea: "Es la que venimos manejando estos años; jugar por el suelo, tener la pelota y atacar, aunque no atacar por atacar. Y entender el juego de acuerdo al partido", analizó Echeverría.

Lo que se viene, entonces, es el trabajo desde el 6 de enero y desde allí el grupo tendrá un objetivo. "Queremos tener un plantel cercano a los 25 jugadores, en lo posible con todos los jugadores del club que se pueda, y pelear el torneo aunque iremos domingo a domingo para ver qué es lo que pasa. Sin duda, el que todos vamos a querer ganar es este que se juega en el primer semestre".

En inferiores

Sus años en inferiores lo avalan para hacer un balance de lo que viene pasando en los últimos años, aunque más allá de su rol en primera división, Emmanuel Echeverría también tendrá su espacio en divisiones inferiores. "Desde que llegó Dardo el trabajo fue en crecimiento y este último año fue el mejor de todos".

"No hablo por los resultados, o por salir campeón, ya que hubo crecimiento en los chicos y en el club ya que conseguimos dos canchas nuevas, materiales y ropa que nos está por llegar para los jugadores. Además de una subcomisión que trabaja mucho", valoró el entrenador.

Entonces, es como una continuidad ya que "este año fue muy bueno y veníamos de otro año muy lindo. Nos quedó la vara alta, pero el 6 también arrancamos con inferiores y buscaremos seguir por el mismo camino", teniendo en cuenta que se renuevan las expectativas.

Por otro lado, el entrenador valoró los viajes que se realizan. "Es clave, para mí es lo mejor que le puede pasar a los chicos. A veces es difícil por la situación económica, porque son caros los viajes, pero cuanto más se pueda salir es mejor para compartir cosas, convivir 24 horas entre compañeros y a su vez competir".

"El año es largo ya que terminamos con el torneo de Tandil, pero es un poco la idea que nos están marcando desde el club. Tratamos de competir todo lo que se pueda, además de salir de viaje para hacerlo", anunció y en el final habló del torneo de inferiores que se viene.

"Hace años que no tenemos 6 categorías, pero va a estar bueno y le va a venir bien a la competencia. Tiene que haber cambios, de año a año, para que los chicos logren un crecimiento y ojalá que en algún momento se pueda jugar con otra Liga", cerró Emmanuel Echeverría quien tiene objetivos importantes por delante.

Lo próximo será el 6 de enero cuando se presente delante del grupo de jugadores de Primera División: "Yo creo que me puede ayudar el hecho de conocer a los jugadores, pero hasta no ver las caras no sé qué va a pasar, ya que ahí te das cuenta cuando te miran. Me pasó cuando subí a sexta y a séptima, y lo primero que viví fue un gran respeto y un lindo cariño".