BELO HORIZONTE / Daniel Lovano, enviado especial de EL POPULAR Medios

Desde la cuna de la civilización y la cultura llega Irán para jugar su cuarta Copa del Mundo y desde que apareció en 1978 el gran objetivo pasa por alcanzar por primera vez en su historia la segunda fase, cosa que tampoco pudo hacer en 1998 y en 2006. Para ello confía en sus jugadores más experimentados, alguno de ellos con paso por el fútbol español y un célebre en el alemán.

Su jugador más conocido es el mediocampista Necounam. Vistió más de 130 veces la camiseta nacional y participó en el Mundial de Alemania 2006 y tras su "exilio" europeo (fue ídolo en el Osasuma) regresó al país para jugar sus últimos años en el Esteghial.

Junto con Masoud (Osasuna y Las Palmas) y Sayed Ashkan Dejagah son las figuras centrales de un equipo que no dejó demasiado para el optimismo en su presentación ante los nigerianos. El último dueño de una historia de vida como muchas, de chicos que se van corridos por la pobreza, las persecuciones étnicas o políticas, pero nunca se olvidan de las raíces.

Dejagah fue campeón de la Bundesliga con el Wolfsburgo, ganó el europeo Sub 21 con la camiseta de la selección alemana y ahora juega en el Fulham. Nació en Teherán, la capital de Irán, pero cuando tenía apenas un año su familia de radicó en Alemania.

Empezó a destacarse en Reineckendorfer Fuchse, luego pasó por el Tenis Borussia Berlín, donde captó la atención de los ojeadores del Hertha de la capital alemana. Jugó en todas las selecciones juveniles alemanas y en 2007 (con apenas 21 años) saltó a los titulares de la prensa europea al negarse a jugar un partido ante Israel.

"Tengo razones políticas para ello: todo el mundo sabe que soy germano - iraní. Los iraníes que viajan a Israel son sometidos por el gobierno iraní a duros castigos y a varios años de prisión, y me preocupaba la situación de mi familia y de mis amigos en Irán", explicó en aquella oportunidad. La polémica llegó a tal punto que el influyente diario Bild pidió que Dejagah no volviese a vestir la camiseta de la selección alemana.

El siguió con la casaca de los tricampeones mundiales, en 2009 conquistó el europeo Sub 21, con toda una trayectoria en la Bundesliga, donde había debutado en 2004 con la camiseta del Hertha. Buscó mejores horizontes y en la temporada 2007/2008 emigró al Wolfsburgo, de la multinacional automotriz Volkswagen.

La primera temporada jugó 31 partidos e hizo ocho goles. Un año después participó en la obtención del título, al tiempo que su nombre aparecía con menos frecuencia en las convocatorias de las selecciones alemanas.

La modificación de una norma FIFA se atravesó en su camino. Aquella que dice que los jugadores con doble nacionalidad, si defendieron una camiseta en las categorías juveniles, pueden hacerlo con la otra en mayores y en 2011 Carlos Queiroz (ex entrenador de Real Madrid) lo invitó a ponerse la camiseta de su país de origen.

Su debut, el 29 de febrero de 2012 ante Qatar, no podría haber sido mejor: anotó dos goles. Lleva tatuada en su muñeca derecha la palabra Teherán, su ciudad natal, y en la izquierda Berlín, su ciudad adoptiva. El chico de dos patrias, que eligió a la de nacimiento para jugar un Mundial.