El toque de, Quimey Marín, terminó en el fondo del arco de Ferro y el joven jugador de Costa Brava salió corriendo y evitando que sus compañeros lo abrazaran.

Fue hasta uno de los rincones de la cancha y allí lo estaba esperando su papá del otro lado del alambrado.

Apoyaron sus cabezas y luego el papá a través del alambrado con lágrimas en los ojos le dió un beso en la frente. En el día del Niño: ¡para vos Viejo!!!.

Por la novena fecha de la Liga Pampeana, Ferro empató con Costa y tendrá que seguir esperando. El Verde no pudo con su eterno rival y como ganó el escolta, Alvear Football, el Apertura sigue sin dueño.