Historias entre directores técnicos y extranjeros en la Liga Nacional de Básquetbol hay para contar miles. Y en este caso se dio una hace 22 años entre Sergio Santos Hernández, uno de los mejores entrenadores que ha dado la competencia, y JJ Eubanks, uno de los enormes anotadores de la historia de la LNB.

Ambos coincidieron en Estudiantes de Olavarría y acababan de jugar el sexto juego de la final de la temporada 1999-2000, que había sido victoria para Atenas en Córdoba, por lo que debían definir el título en casa del Bataraz el 25 de mayo de 2000. En ese contexto, Oveja recordó una historia de un cruce entre él y su dirigido que casi termina muy mal.

En una charla con Paren la Mano, el entrenador contó: "Se enojó conmigo de tal manera que en el vestuario agarró una botella de agua llena y la lanzó. Me la tiró tan fuerte que la esquivé y al golpear contra la pared se abrió y salpicó todo".

El tenso momento no terminó ahí: "Se le fueron todos los jugadores al humo y fue peor porque se me vino encima, y yo hacía lo mismo de lo enojado que estaba". Entre las razones que encontró para esa reacción, Oveja recordó: "Creo que entró al vestuario enojado con sus compañeros y yo le dije que parara, me enojé con él y empezamos a los gritos".

Y Sergio fue tajante: "Yo lo quería mandar de vuelta a Estados Unidos y que no jugara el séptimo partido. Estuve así un día entero, y era el goleador de la Liga". Sin embargo, eso no pasó: "Los compañeros me vinieron a hablar, JJ me golpeaba la puerta del hotel diciéndome por favor coach, por favor".

Finalmente, Eubanks terminó jugando el encuentro definitorio y fue campeón, aunque no fue renovado y Hernández contó que esa fue una de las razones para no haberlo traído a la campaña siguiente.