El goleador de siempre
Con esa pinta de anti-héroe, de jugador de potrero que escapa a todos los paradigmas del fútbolista moderno, Alfredo Troncoso se pone la camiseta y enseguida llegan los goles.
El pibe fanático de Racing, que siempre esperó esa chance en el Parque Olavarría que jamás llegó, ya es un hombre de 30 años que jugó en media Patagonia y llegó a Bolívar para responder con goles a la confianza de Mauricio Peralta.
El domingo lo maltrataron bastante, le dieron duro, y replicó con fútbol y con goles. Más que goles, dos golazos de antología que fueron decisivos para el boleto por adelantado del "proyecto Tinelli" a la segunda fase del TRFA.
"No sólo yo tuve una buena noche. El equipo tuvo una buena noche. Vinimos a hacer nuestro trabajo y otra vez salió. Nos llevamos tres puntos a casa y la clasificación, que es lo fundamental" destacó Alfredo.
De los dos goles, eligió "el primero, porque el arquero se quedó parado y cuando vi que pasaron dos defensores para cubrir el arco, me tomé un tiempo más y la puse al lado del palo".
Sobre las dos caras de Ciudad de Bolívar, opinó: "Tuvimos un gran rendimiento en el primer tiempo. En el segundo El Fortín debía salir a buscar el partido, pusieron toda la carne en el asador, y nos obligó a jugar desordenados. Nosotros somos un equipo con orden, pero estas cosas pasan a lo largo de este torneo con los equipos que van perdiendo".
En un par de cruces sus ex compañeros le hicieron sentir el rigor, pero Alfredo se lo tomó con calma.
"Está bien. Ellos se estaban jugando todo. Nosotros hicimos nuestro partido, ellos el suyo; creo yo que por un momento pensaron que nos podían llevan por delante, y no fue así. Supimos aguantar y tuvimos la capacidad de no salirnos de lo nuestro" analizó.
Recomendado por Gustavo Guevara, El Fortín fue el club que lo rescató cuando jugaba en Colonias y Cerros para Cosecha Mundial, después de un paso fallido por Ferro.
La rompió en un Argentino "C", se fue a Indio Rico y no paró de hacer goles para Once Corazones. En la Patagonia fue figura con la camiseta de Chichinales, 25 de Mayo de La Pampa, Cruz del Sur de Bariloche, Rincón de los Sauces y Maronese.
Pero nunca lo llamaron del club donde se formó, y es una deuda afectiva que quizás nunca se pueda cancelar, y ahora Racing depende del resultado de Ciudad de Bolívar para tener chances de acceder a la siguiente instancia.
"Yo siempre dije que soy hincha de Racing, pero defiendo los colores de mi equipo. Los demás que se saquen los callos entre ellos; nosotros hicimos nuestro trabajo y el domingo que viene lo vamos a volver a hacer" anticipó.
"Cuando me hablan de Racing me pegan justo debajo de la línea de flotación. Se han dicho muchísimas cosas de mí, pero yo sigo respondiendo en la cancha. Vine a la cancha de El Fortín y a los 30 años sigo vigente. Me tuve que ir al Sur para hacer una larga carrera y me fue bien; volví a la zona y lo mismo" reflexionó.
Esa llamada siempre puede llegar, pero Alfredo puso en duda su respuesta.
"Si me llamaran de Racing, lo pensaría dos veces. Sería lindo que un día suene el teléfono y me hagan la mejor oferta, pero a los 30 años creo que lo pensaría dos veces. Ya no tengo 20 años como cuando soñaba con jugar un Argentino con esa camiseta" finalizó.