Novak Djokovic ya está aquí. El único tenista que desde 2005 se ha atrevido a plantar cara a la dominación de Roger Federer y Rafael Nadal volvió a ganar este domingo un ''Grand Slam'' 770 días después.

Fue su cuarto título en Wimbledon, donde ya se había impuesto en las ediciones de 2011, 2014 y 2015. Pero esta victoria ante Kevin Anderson por 6-2, 6-2 y 7-6(3) es más especial porque viene después de una larga travesía por el desierto en la que en los vestuarios del circuito se dudaba del regreso de ''Nole''.

Sin ir más lejos, a la conclusión del último Roland Garros, amenazó con no jugar la gira de césped por la frustración que significó su derrota en los cuartos con Marco Cecchinato. Pero a Djokovic lo volvía a molestar perder como en su buena época en la que no se cansó de ganar.

El tenista de Belgrado, a sus 31 años, ha vuelto y tiene margen suficiente para poder batir muchos récords.