Más allá de haber obtenido una medalla olímpica en los Juegos Montreal 1976, Spinks era un auténtico desconocido hasta el 15 de febrero de 1978. Ese noche en el Hotel Hilton de Las Vegas, el desdentado boxeador de apenas 7 combates como profesional se dio el gusto de superar a la leyenda nacida como Cassius Clay y devenida luego en Muhammad Alí, en pleito a 15 asaltos, que comprendió un fallo dividido.

Con sólo 24 años, el oriundo del estado de Nevada despojó a Alí de los cinturones de campeón mundial pesado del Consejo (CMB) y la Asociación (AMB). Unos meses después, en septiembre de ese año, volvieron a enfrentarse en una velada en Nueva Orleans y Muhammad Alí, quien se había preparado como para ello, recuperó el cetro mundial en fallo unánime y consiguió la hazaña de convertirse en campeón mundial de la división de los completos por tercera vez en la historia.