Atiende el teléfono y su voz transmite tranquilidad, paz. Es difícil diferenciar si viene de ganar un título o de perder un partido ganable en la Liga ACB. Al santiagueño Gabriel Deck no le da lo mismo ganar o perder, pero lo seguro es que se toma la vida -y su carrera- de otra manera. O, al menos, eso parece. El Tortu avanza despacio en la vida, como sugiere su apodo, a diferencia de lo que vemos en la cancha, donde se parece más a un pura sangre.

Como si viviera en su amada Colonia Dora y no en la famosa Madrid. "Acá estamos, con Oslo ("por el personaje de La Casa de Papel", admite), mi perro. Todo tranquilo. Recién salimos un rato a quemar energías. En casa se porta bien, pero afuera destroza todo", cuenta con su inconfundible tonada santiagueña en una charla con Julián Mozo, de Prensa CABB.

-¿Y cómo te trata este comienzo de temporada? ¿Era lo que esperabas?

-Sí, bien. La estoy llevando de la mejor manera, contento de poder arrancar una temporada que en un momento no sabíamos si se podría jugar, y feliz por otro año en el Real. Arrancamos muy bien en la ACB bien y ahora tratando de afianzarnos en la Euroliga.

-¿Y en lo que respecta a vos?

-Lo de siempre, adaptándome en cada juego a lo necesita el equipo, a lo que me pide el entrenador y a lo que determina el juego. El rol es similar a la temporada pasada y yo, por suerte, estoy bien físicamente. El resto, mis números y esas cosas, quedan en segundo plano.

-Desde hace varios años que tu juego va subiendo escalones. ¿En qué sentís que despegaste en la temporada anterior y qué te propusiste en la presente?

-En la temporada anterior siento que mejoré en el tiro y en la confianza. Pude tener más jugadas, más balones y encontré un rol más ofensivo. Eso fue lo que cambió de una a otra campaña. El entrenador me dio otra confianza para que lo hiciera y salió bien. Esta temporada quiero seguir en esa línea y para eso será importante estar nuevamente bien en lo físico.

-Todo sin forzar nada, como es tu estilo.

-Sí, claro. Las cosas deben ir saliendo naturalmente. En el Real Madrid tenemos un plantel muy largo y cualquiera puede ser anotador. Eso va variando de un día al otro. La clave es ir haciendo las cosas básicas: defensa, rebotes e intensidad. Y estar atento a no forzar en un equipo repleto de jugadores tan buenos. Todos sabemos que habrá lugar para todos, que todos tendremos momentos si el equipo rinde como puede.

-Pablo Laso habla maravillas de vos, ¿qué te genera?

-Me reconforta que el director técnico valore el trabajo que vengo haciendo. Lo agradezco y, claro, me motiva para seguir en esa línea.

-¿Qué hacés además de entrenar, viajar y jugar?

-Por las tardes aprovecho para hablar con la familia, todos los días. Me gusta estar conectado con ellos, todo el tiempo, sabiendo cómo anda todo por allá. Y luego aprovecho para leer, ver videos de cosas que me interesan, para estudiar un poco de inglés con un profesor y para pasear al perro. Parece que no, pero cada día lo tengo bastante cargadito.

-¿Qué ves en la televisión, preferís las series o las películas?

-Series no tanto en casa, las dejo más en los viajes. Pero sí veo, ahora estoy con Vikingos, que es larguísima. Películas también veo algunas.

-¿Y de básquetbol?

-No, básquetbol no veo casi nunca. Es raro que un jugador diga eso (se ríe), ¿no?. Pero realmente veo poco partidos enteros. Algunos que sean muy interesantes, pero no es mi prioridad.

-¿Y cuando ves preferís ACB, Euroliga, NBA o Liga Nacional?

-Miro más Euroliga y a veces la Liga Nacional, aunque tampoco demasiado. Más que nada cuando engancho algún partido, pero no es que me siento a una hora a mirar un partido puntual. La NBA la veo muy poco, realmente. No me atrae, ni las finales de Lakers - Miami vi.

-¿Sos de esos jugadores que sólo se guían por lo que les marca el scouting de su cuerpo técnico?

-Sí, claro. Obsesivo no soy. Algunos partidos veo, cuando sé que debo enfrentarlo, pero pantallazos, casi nunca enteros.

-¿No sos de ponerte a ver un jugador que vas a enfrentar?

-No, la verdad que no.

-¿Sos de ponerte con los juegos online?

-Un poco, con amigos. Ahora lo hacemos con Facu (Campazzo) y Nico (Laprovittola), estamos con juego de aventuras contra otros personas. Nosotros formamos un equipo y vamos contra otros.

-Y la música tuya, siempre presente, ¿no?

-Sí, a full. Cuando me levanto, al mediodía y a la noche. Todo el tiempo cumbia y música santiagueña, ahora guaracha por ejemplo.

-¿Y la adoptan en el Real o está prohibida?

-No, en el equipo no pongo. La música la manejan los capitanes.

-Dijiste que leías, ¿qué cosas?

-Sobre todo de ganadería, de campos. Leo y veo videos, me entusiasma. Somos del interior y me gusta tener esos conocimientos, simplemente para saber más e incluso para invertir en algo en el futuro. Con mi hermano nos encanta, desde que veíamos a mis tíos. Yo hasta ayudé a recoger alfalfa en el campo. Hoy a la gente le gusta más la ciudad, pero a mí me sigue encantando esa vida.

-¿Y vos preferís Madrid o Colonia Dora?

-Y, a mi pueblo lo extraño siempre. Es donde me crié y está mi familia, mis amigos, donde siempre sueño con volver. Pero en Madrid me siento de la mejor manera, como en casa, tanto en el club como en la ciudad. Todos, la gente, los compañeros y el cuerpo técnico, me han integrado muy bien. Me siento uno más. Y que haya estado Facu me ha ayudado mucho.

-Y hablando de tu pueblo, ¿cómo anda tu fundación solidaria?

-Bien. Ahora, por la pandemia, está todo medio parado. Pero cambiará cuando la fundación esté legalmente a mi nombre. Quería dar ese paso, como para empezar a pedir más apoyo y no sentir que no había un respaldo. Surgió como algo familiar, para ayudar a los comedores de niños, pero necesitábamos darle un costado más formal. Por suerte avanzamos en los trámites y se va a terminar pronto.

-Te pregunto por la Selección, ¿cuánto se extraña?

-Mucho. Obviamente teníamos la ilusión de volver a juntarnos luego de la locura del Mundial, para revivir momentos, pero no pudimos. Luego de China fue todo muy veloz, la despedid. Uno, cuando recuerda, extraña esos momentos únicos. Estábamos con la ilusión de Tokio, pero luego la vimos venir que no se iba a jugar. Un bajón, aunque se trató de una situación muy entendible.

-¿Sentís que se puede repetir un campañón como el del Mundial en una cita olímpica entre los doce mejores?

-Hoy es muy difícil poder afirmarlo. Se va a ir viendo, con cada concentración y amistosos. Tenemos que ir paso a paso. Pero sentimos que todo se puede. Nadie pensaba que se podía lograr en el Mundial y lo hicimos.

-¿Fue mejor que se postergara por las lesiones de Luca Vildoza y Patricio Garino?

-No sé, no analizo tanto. Si me pongo a pensar, por ese lado es verdad que benefició un poco, pero también es cierto que iba a hacer un esfuerzo por llegar y volveríamos a estar juntos, peleando por reafirmar lo del Mundial.

-¿Tokio es un tema recurrente en las charlas de Selección?

-No, por ahora no se habla mucho. Estamos todos muy metidos en el club, en el día a día, seguramente será diferente cuando se acerque la fecha. Obviamente se extraña todo, estar juntos, tomar mate en la habitación, escuchar música, ir a los entrenamientos. Hay que tener paciencia, ya llegará nuestro momento otra vez.