Todo comenzó cuando una reunión del Departamento de fútbol menor no fue tal, ya que no hubo representantes de los clubes, salvo algunas excepciones, y a la par llegó a la LFO una nota firmada por la Unión de Clubes.

El motivo fue el cambio de la fecha del torneo de inferiores, pautado para el 13 de febrero, lo que ya había sido acordado en un anterior encuentro. Esta situación, por ser una resolución no tratada dentro del ámbito de la LFO, causó malestar.

Entonces, algunos plantearon la chance de dar un paso al costado y así dejar sin conducción a la Liga de Fútbol. Lógicamente hubo muchas comunicaciones, de hecho también casi todos los dirigentes estuvieron el domingo en la cancha de Racing, y planificaron un encuentro formal que se registró anoche.

En concreto no hubo definiciones, pero sí una postura. Vale señalar que además de dicho encuentro, el pasado viernes hubo otro entre autoridades municipales y dirigentes de la Unión de Clubes.

Y, hoy, será el encuentro final donde se espera por la presencia de las tres partes: autoridades municipales, dirigentes de la LFO y de la Unión de Clubes. De lo que salga de allí, los referentes de la Liga tomarán una decisión final en torno a este tema.

Anoche, luego del encuentro, uno de los dirigentes presente indicó que "coincidimos en ver qué pasa mañana (por hoy) en esa reunión para resolver si seguimos o no". Entonces, habrá otro capítulo donde seguramente se buscará dejar atrás las diferencias y buscarle una salida al conflicto para que en definitiva ocurra lo más importante: que regrese la actividad oficial de fútbol 11 en la ciudad, tanto en primera división como en inferiores.

Si no ocurre eso, y las diferencias se profundizan, lógicamente habrá un capítulo muy duro dentro del fútbol local. Porque se daría, por primera vez en la historia, una renuncia de esta magnitud, lo que a su vez generaría mucha incertidumbre de cara al futuro inmediato de dicha disciplina en Olavarría.

Son opciones, se verá qué pasa.