Como muchos olavarrienses, Francisco Rago recordó la crudeza de lo que sucedía en el centro de Olavarría aquel domingo 27 de abril de 1980, cuando la furia del agua se llevó puesta a casi toda la Ciudad.

"Pancho", que habitaba el Residencial Rohes junto con el resto de los marplatenses, ese domingo amaneció más temprano que de costumbre cuando su compañero de habitación (Jorge Fernández) alertó sobre lo que estaba pasando con el arroyo Tapalqué, a un par de cuadras de allí.

"El se levantaba a las 7 y pico, y yo dormía hasta tarde. Cuando volvió de desayunar me dijo que el agua del arroyo estaba llegando al puente. Yo pensé ''estoy soñando o este pibe está en pedo''. Parecía una cargada" confesó Pancho.

"Cuando me fui para aquel lado no lo podía creer. No obstante, con todo el embale que teníamos pensábamos que ese partido con Olimpo se iba a jugar igual. Nunca imaginamos que iba a pasar lo que pasó" agregó.

Coincidió que esa semana "Pancho" dejó su Renault 12 en la vieja IKA para cambiarle la correa del motor.

"El domingo a la noche viví una situación incómoda. Salí para el Savoy con el agua en las rodillas. Una locura lo que hice; el agua me llegaba cada vez más arriba. Por suerte me reconoció un camionero que llevaba evacuados y me alzó en el estribo hasta el hotel. Vi escenas increíbles" reconoció.

Quien advirtió a "Pancho" del desastre natural que se avecinaba, Jorge Fernández, partió esa misma noche y dejó atrás para siempre a la ciudad que lo vio en uno de los puntos más altos de su carrera: "Yo me volví en El Rápido para Balcarce y el agua ya cruzaba la ruta. Nunca más volví a Olavarría".

El "Torito" Abelén no pudo evitar la emoción y quebró su voz antes de terminar la frase. "Ese día perdimos la alegría de jugar. Cuando regresábamos en el auto de Mascareño, mirábamos hacia atrás y veíamos que el agua pasaba la ruta pensábamos que volvíamos a San Lorenzo, pero también que ese equipo no se iba a juntar nunca más. Y así pasó...".

Alejandro Mascareño recuperó imágenes de la mañana previa a lo que debió ser el partido cierre de la segunda fase.

"Salimos del hotel para la cancha y llovía que no se veía nada. El agua era infernal; llegaba a la altura de las ventanas. Cuando llegamos al estadio no pudimos entrar a la cancha por el túnel, porque estaba inundado" contó.

Reforzando las palabras de Abelén recordó que "volviendo para Balcarce, los alambrados estaban tapados y había 20 centímetros de agua sobre la ruta".

Galay dijo que "ese día fue terrible. Estábamos almorzando esperando si se jugaba o no contra Olimpo. Me acerqué a Pancho Rago y le dije ''vamos de acá, porque no salimos más''. Además, yo soy de Dolores y ese año también se inundó".

"Cacho" Martínez, en tanto, se refirió a la congoja que le provocaron esas últimas horas como jugador de Estudiantes: "Por Dios, cómo avanzaba el agua. Nosotros salíamos del Hotel Rohes cada 10'', y el agua había avanzado cinco metros. Pero el dolor fue volver al tiempo y comprobar la tristeza en la Ciudad, con las marcas del agua a dos metros en las casas. Una pena enorme".

Para cerrar el tema, "Pancho" Rago apuntó que aquel domingo se volvió a Mar del Plata en el último micro de "El Rápido" que salió desde Olavarría, y atravesó buena parte de la Ruta 226 charlando con el chofer (conocido de tantos viajes con San Lorenzo MdP) sobre lo que acababa de dejar atrás.

Un mes después volvió por su Renault 12, y gran parte de la ciudad que durante unos meses habían colmado de felicidad dentro de una cancha de fútbol intentaba empezar a salir de la devastación.