Los recuerdos y el recuerdo
Los Juegos Panamericanos de Guadalajara 2011 se celebraron entre el 14 y 30 de octubre en la "Ciudad de las rosas", y serán recordados por siempre como los que contaron con la participación de tres deportistas olavarrienses, y un cuarto que -si bien no se lo conoce como de por aquí- había nacido 20 años antes en el Instituto Médico cuando sus padres estudiaban el profesorado de educación física.
El recuerdo lleva primero a alguien que ya no está, y en su demasiado corto paso por la vida dejó una huella imborrable en lo deportivo y en lo humano.
Soledad Angeletti (fallecida en julio de 2015) era en aquel tiempo una de las máximas referencias del equipo argentino de softbol, y encabezaba una formación nacional que también tenía entre sus filas a una niña que recién estaba arrancando su historia con la camiseta albiceleste: Dolores Fernández.
"Sole fue un gran compañera y una maestra para mí en el Club Estudiantes" reflexionó Dolores, a dos ciclos panamericanos de aquella participación.
"Ella transmitía seguridad, y siempre tenía las palabras justas. Fue una líder nata y muy inteligente en el juego. En la selección siempre fue de esas jugadoras en las cuales una se apoyaba, que sabía qué hacer en el momento indicado" acotó.
Desde Entre Ríos, donde se prepara para jugar el Preolímpico en Canadá, Dolores habló de esa experiencia en el máximo evento deportivo del continente. "Fue una cosa impresionante. Una de mis más lindas competencias representando al país" subrayó.
"La organización fue un lujo; las instalaciones de primera, desde el alojamiento, pasando por el comedor, el gimnasio, y los estadios. Es algo que uno no se puede imaginar hasta que está ahí. Algo impresionante y emocionante" subrayó.
Dolores relató que "la experiencia de convivir en una villa panamericana, el desfile inaugural con toda la delegación argentina cantando el himno fue muy conmovedor. Esos Juegos Panamericanos fueron una experiencia única, inigualable".
"En los Panamericanos una se rodea y absorbe tanta buena energía todo el tiempo, comparte vivencias con todos los equipos. Vivíamos en el mismo edificio, íbamos al mismo gimnasio, nos cruzábamos en los pasillos o en el ascensor. Estábamos todo el tiempo alentábamos mutuamente".
Leandro Messineo llegó como una de las grandes apuestas de podio para la delegación nacional y estuvo muy cerca, con su quinto lugar en la contrarreloj que le dio la plata al argentino Matías Medici. El pedalista de Villa Floresta fue el mejor registro en los primeros 10Km de los 40Km que tuvo la prueba.
"La recuerdo como la mejor semana deportiva de mi vida. Lo mejor que viví, ya sea por la experiencia de compartir en un mismo lugar con los mejores deportistas del continente, como por lo deportivo" confesó.
"Un Panamericano es la antesala de un Juego Olímpico, y después de eso ya no hay más nada. Daría cualquier cosa por volver a vivirlo y en este caso, que Agustín Vernice nos va a representar, ojalá lo pueda disfrutar al mil por mil y tenga todo el éxito del mundo" enfatizó el campeón continental de ciclismo en Cali, un par de meses antes de los Juegos.
Pero hubo un cuarto atleta cuya presencia pasó inadvertida para el público olavarriense en México, aunque para el deporte es de Coronel Suárez.
Hace 28 años Juan Emilio Fernández Chávez vio la luz en Olavarría cuando su papá Marcelo y su mamá Laura Zabattoni estaban estudiando la carrera de profesorado de educación física en el Instituto.
El alero que se formó en Blanco y Negro fue integrante habitual de las selecciones menores de la Asociación de Básquebol de Olavarría y ese 2011 integró el equipo alternativo que, al mando de Enrique Tolcachier, acabó en el séptimo lugar, lejos del podio que compusieron Puerto Rico, México y los Estados Unidos.