Una espiral de violencia descontrolada ha sumido en el horror el fútbol en la isla indonesia de Java. Los disturbios desencadenados en el estadio del Arema FC después de que sus hinchas invadiesen el campo degeneraron en una avalancha en las puertas de salida que ha causado la muerte de más de un centenar de personas.

Tras cruzar los datos de los hospitales de la zona, el último balance de las autoridades de Java Oriental cifra los fallecidos en 125, tras revisar a la baja los 174 que habían contabilizado horas antes.

Además, hay decenas de heridos. La mayoría de las muertes se produjeron tras una estampida de los hinchas que trataban de huir de la policía después de haber invadido el campo; las aglomeraciones han obstruido la salida, provocando la muerte por asfixia y aplastamiento, de acuerdo con las autoridades. Se trata de una de las peores tragedias de la historia del deporte, que evoca episodios trágicos como los del estadio de Heysel (Bruselas) en 1985 o el del Estadio Nacional de Perú, en 1964.

El tumulto comenzó con el pitido final del encuentro entre el Arema FC y el Persebaya Surabaya en el estadio Kanjuruhan, en Java Oriental. Tras la derrota por 2-3 del equipo local —la primera vez que caía ante su archirrival en más de dos décadas, según France Presse—, cerca de 3.000 seguidores del Arema FC invadieron el campo y los agentes trataron de dispersar a los aficionados con cargas y lo que parecen gases lacrimógenos.