El astro argentino Lionel Messi imprimió este viernes un giro en su estrategia de salida del Barcelona, tras lo provocado por el burofax rupturista que envió el martes último pidiendo irse gratis, y ahora solicitó una reunión con los directivos del club para negociar y evitar una guerra judicial.

El cambio llega mientras el capitán argentino y leyenda azulgrana mantiene un estricto silencio, un día después de que el presidente del Barcelona, Josep María Bartomeu, ofreciera su renuncia para que se quede en el club, en un intento desesperado para evitar su partida, algo que parece lejos de poder concretarse.

La idea del "10" sigue siendo marcharse y si bien entendió que el club al que llegó con 13 años y con el que tiene una relación de dos décadas no lo dejará irse gratis, cree que podría negociar una rebaja de la imposible cláusula de 700 millones de euros que lo encadena.