El astro argentino Lionel Messi se ausentó este lunes del primer entrenamiento del Barcelona bajo las órdenes del flamante DT neerlandés Ronald Koeman, con lo que reafirmó su estrategia de salida del club, pese a que se arriesga a una sanción y a que su posición puede perjudicar las negociaciones.

Con su ausencia, el capitán argentino se muestra fuera del Barcelona y pretende presionar a los directivos del club para que se sienten a negociar, pero éstos se mantiene firmes en su posición de no dejarlo salir gratis y tampoco venderlo, reclamando el pago de la cláusula imposible de 700 millones de euros condicionada a su contrato.

El presidente del Barcelona, Josep María Bartomeu, espera reunirse en los próximos días con Jorge Messi, padre y representante del jugador, en la ciudad condal, pero desde la entidad remarcan en que lo hará sólo para hablar de una renovación de su contrato actual, vigente hasta junio de 2021, y no de su transferencia.

Los abogados del jugador entienden que Messi no debía iniciar la pretemporada ya que actualmente no tiene contrato con el Barcelona, tras manifestar el martes pasado por medio de un burofax que se adhería a la cláusula de libertad que le permitía abandonar la entidad a final de temporada.

Por el contrario, la cúpula directiva del Barcelona considera que Messi tiene un contrato vigente hasta junio de 2021, una posición que fue respaldada el domingo por las autoridades de la Liga española con un sorpresivo comunicado en el que, incluso, amenaza al mejor jugador del mundo con que no le habilitarán el transfer a otro club.

Sin embargo, una cláusula del contrato de Messi que fue revelada por Onda Cero Radio de España podría ser la clave para darle la derecha al argentino, en la medida que reza: "esta indemnización (de 700 millones de euros) no aplicará cuando la resolución del contrato por la decisión unilateral del jugador tenga efectos a partir de la finalización de la temporada 2019/2020".

El vínculo firmado por Messi y Barcelona en 2017 se hizo con el formato de tres temporadas más una y para la última entraría en vigor esa cláusula que permitiría al argentino salir del club sin compensación económica.

Por otra parte, la posición de Barcelona y La Liga, de eventualmente negarle el pase, va en contra de la jurisprudencia de la FIFA, que prioriza los intereses del futbolista en tanto trabajador, con lo que Messi podría recibir un transfer del organismo internacional, aunque el club de destino se arriesgaría a un pleito legal multimillonario con el club catalán.

La batalla entre Messi y el Barcelona mantiene en vilo al fútbol mundial y a los posibles clubes de destino del mejor jugador del mundo, el Manchester City, al Inter de Milan y al Paris Saint Germain (PSG), expectantes para iniciar una puja.