El equipo dirigido por el argentino Eduardo Berizzo hizo de la practicidad un culto, apelando a un sistema con línea de cinco en el fondo, tres volantes y dos delanteros, con el que obturó inicialmente todos los caminos que conducían al ex arquero de Huracán, Antony Silva, apelando además a persecuciones individuales.

Ese fue el primer paso en el desarrollo de la propuesta del "Toto", que después para atacar requiere del fútbol en velocidad que desarrolla el ex-Lanús Miguel Almirón, incontenible para la última línea chilena.

Y por último, el recurso tradicional de los paraguayos, el juego aéreo, aplicado en el momento justo, fue lo que terminó llevando finalmente a Paraguay al segundo lugar de la zona, un punto por debajo de Argentina, aunque esa posición deberá defenderla en la quinta y última jornada ante Uruguay, que previamente venció por 2 a 0 a Bolivia, que así quedó eliminado del certamen.

Ese mencionado "fútbol de altura" lo usufructuó Paraguay sobre los 33 minutos del primer tiempo tras un preciso centro de zurda desde la derecha de Almirón que completó con un potente impacto de cabeza Braian Samudio para poner el 1 a 0.

El remate de la faena llegaría en el primer tramo del segundo tiempo con una infracción cometida por el luego lesionado Gary Medel tomando a Carlos González dentro de su área, lo que derivó en un penal que Almirón transformó en gol con su fina zurda.