Tal como fue la tónica de gran parte de la serie, el inicio del quinto juego fue muy friccionado y táctico, con las defensas imponiéndose por sobre los ataques. De hecho, el primer período terminó 16-10 en favor del dueño de casa. En el segundo cuarto todo cambió para Platense, ya que comenzó a encontrar una efectividad superlativa, con Cedric Blossom como el eje en los dos costados de la cancha. Así, Platense pudo correr y se fue al entretiempo 37-19 arriba en el marcador.

El tercer cuarto mantuvo la misma tónica, con San Isidro con el aro absolutamente sellado, mérito también para una defensa compacta e intensa de Platense, que limitó mucho sus principales armas. Con Rodriguez Suppi y Cambronne la visita llegó a disminuir la diferencia por debajo de los 20 puntos, pero la reacción se tumbó en esa marca. Con varias vías de gol (Pais, Goldenberg, Lorio, Essengue, Lugrin y Bruna, entre otros) el Calamar logró el ascenso jugando un gran partido.