Télam

Tres periodistas, dos de la cadena norteamericana CNN, resultaron heridos luego de que la policía brasileña reprimiera con gases lacrimógenos y balas de goma a manifestantes, a horas del comienzo del Mundial, operativo que se reforzó con el blindaje del estadio Itaquerao, sede del partido inicial.

Las periodistas Shasta Darlington y Barbara Arvanitidis, ambas de la CNN fueron heridas durante el enfrentamiento entre policías y manifestantes en el Barrio Carrao, en la zona este paulista, según citó la agencia ANSA.

También fue herido un periodista de un canal de televisión de Santos, localidad del interior de San Pablo.

Los incidentes comenzaron en la mañana del jueves cuando la policía dispersó  con gases lacrimógenos la primera manifestación contra el Mundial  y cerca de 150 hombres de la Tropa de Choque de la Policía Militarizada dispersaron a un grupo de 50 manifestantes que intentaba marchar por la avenida Radial Este, principal vía de acceso al Arena Corinthians, el estadio en que se disputará el partido inaugural del Mundial.

La policía detuvo a uno de los manifestantes que intentó frenar la marcha de los policías que, en fila, avanzaban con escudos hacia el local de la protesta.

Los manifestantes, convocados en las redes sociales por movimientos que critican los elevados gastos del Gobierno en el Mundial, se concentraron inicialmente frente a la estación Carrao del subte y pretendían marchar por la Radial Este.

Como los participantes en la protesta se negaron a obedecer las instrucciones de la policía para que no intentaran bloquear la vía, el comandante de la Tropa de Choque ordenó que los manifestantes fuesen dispersados tan sólo diez minutos después del inicio de la marcha.

Algunos de las personas que se dispersaron se dirigieron hacia la estación de Tatuape del subte, a pocas calles y en donde un grupo de empleados de ese transporte está concentrado en una manifestación contra el despido de 42 trabajadores de la compañía.

Los empleados que llegaron a amenazar con una paralización en el día inaugural del Mundial y finalmente desistieron, han convocado diferentes protestas para exigir que la compañía reincorpore a los despedidos.

El gobierno local determinó los despidos luego de que la justicia declarara ilegal, por "abusiva", la huelga de cinco días realizada por los empleados del subte.

Las organizaciones que se oponen a la organización del Mundial han convocado para hoy, en coincidencia con la ceremonia inaugural, a manifestaciones en diferentes ciudades.

Las autoridades admitieron su preocupación con las manifestaciones contra el Mundial pero esperan que sean de menor magnitud que las registradas el año pasado, cuando millones de brasileños salieron a las calles para exigir mejores servicios públicos en coincidencia con la Copa Confederaciones de la FIFA.

El Gobierno ha dicho que tolerará las manifestaciones en tanto no sean violentas y no interrumpan las vías de tránsito hacia los estadios en que se disputará el Mundial, citó la agencia EFE.

En esa línea, la presidenta Dilma Rousseff expresó su optimismo sobre el resultado de partido inaugural entre la selección local y Croacia que se disputa en la ciudad donde se registraban los enfrentamientos entre la policía y manifestantes.

Rousseff hizo un gesto con la mano, indicando su optimismo sobre el resultado del partido, según reportó una cronista de la cadena Globo apostada en el Palacio del Planalto, sede de la Presidencia en Brasilia.

En el Estadio, Arena Corinthians, el Itaquerao, escenario de la inauguración, esta tarde agentes de la Fuerza Táctica y de la Infantería de la Policía Militar de San Pablo reforzaban la seguridad.

También se reforzaron medidas en los principales puntos turísticos de la ciudad, que recibió unos 400.000 turistas de los cuales unos 70.000 son extranjeros.

Además, unos 100 hombres custodiaban el hotel donde está hospedada la selección de Brasil, que volverá a su concentración en Río de Janeiro tras el partido con Croacia, citó la agencia Brasil247.