Reflexiones de un campeón del Mundo
Daniel Lovano / [email protected]
El ex campeón mundial Marcelo Domínguez estuvo el viernes por la noche en El Fortín con tres pupilos, y en la mañana de ayer ofreció una clínica de boxeo por espacio de un par de horas largas en instalaciones de la Sociedad de Fomento 25 de Noviembre.
Relató anécdotas, refrescó técnicas para aplicar los golpes, nociones de defensa, secretos del vendaje y algunos tips para curar las heridas características de este deporte , como ejes de la charla que también contó con muchas anécdotas.
Durante su disertación habló de los consejos que da a los más chicos, dijo que les cuenta su historia, les indica la importancia del entrenamiento y de la disciplina, y que una buena carrera puede ser el salvoconducto para el resto de la vida.
Domínguez fue campeón del mundo del Consejo Mundial de Boxeo en la categoría crucero entre 1995 y 1998, realizó 5 defensas exitosas y perdió su cinturón en la sexta, frente a Juan Carlos Gómez.
El viernes, mientras no tuvo obligaciones en el rincón con sus pupilos, siguió los combates desde el escenario del salón fortinense.
"Empezamos a hablar con Marcelo Verna, cuando él anduvo por la Secretaría de Deportes; le pasaron mi teléfono, nos pusimos en contacto para charlar sobre las escuelas de iniciación deportiva y así se dio este viaje. Me pidió hacer una charla para capacitar a los profesores de acá, y traje a estos chicos también" reveló Domínguez, con la atención dividida entre el grabador y el cuadrilátero de Dojo Pantera.
Domínguez es jefe de entrenadores, y supervisa la escuela de iniciación deportiva que impulsa la creación de gimnasios de boxeo en distintos puntos de la Argentina, para chicos de 8 a 14 años.
"Este programa tiene dos fines: primero sacar a los chicos de la calle y segundo incentivarlos a la práctica del deporte. Nosotros estamos en esa lucha, que es juntar a chicos que quieran boxear. Cualquier deporte ofrece una oportunidad en la vida para chicos de bajos recursos, y a veces en este sentido se hace más hincapié en el boxeo, porque es el que recibe a los chicos más carenciados" explicó.
Domínguez se mostró conforme con el resultado de estas escuelas: "Han salido valores importantes en distintos deportes, y en boxeo también. Tenemos un chico que compitió en un Panamericano juvenil; aunque no salieron de las escuelas de iniciación también se lograron medallas en los Juegos Olímpicos de la Juventud, y eso habla bien del trabajo".
"Soy uno de los impulsores de la Liga Metropolitana de Boxeo en Buenos Aires. Hace siete años que la tenemos; creo que es un semillero importante de valores que han salido del amateurismo y hoy son figuras profesionales. Cuando la Federación Argentina de Box estaba cerrada y no había boxeo amateur, cinco clubes de barrio nos tiramos a la pileta, encaramos una aventura que hoy es una cosa inmensa, de un nivel muy alto" enfatizó.
Aunque su labor es en la formación, tiene una palabra es más que autorizada para hablar del boxeo profesional argentino.
"Maidana pelea de vuelta, Brain Castaño también; tenemos afuera a Ney Romero, Lemos. Hay muchos chicos que andan queriendo asomar a un nivel importante. Yo tengo uno muy bueno, que se llama Juan Leal, otro que se llama Elías Haedo" comentó.
El ex monarca mundial reconoció que el boxeo ha perdido en la Argentina aquel fervor popular que supo tener hasta mediados de la década del 80, con momentos dorados entre los ''60 y los ''70 con figuras como Nicolino Locche, Carlos Monzón, Víctor Emilio Galíndez en el ámbito internacional (entre otros), pero en el ámbito interno el Luna Park como epicentro cada sábado de la noche porteña.
"Hubo muchos cambios en el deporte, cambió el tiempo, cambió la vida. Antes también se escuchaban tangos y hoy los pibes no lo escuchan. El mundo va cambiando, el boxeo también, pero nunca se va a morir. Nosotros hace años incursionamos en un cambio muy grande, y de a poco se van a empezar a ver los resultados" subrayó.
Domínguez no quiso terminar una amena charla sin destacar el marco de público que pudo comprobar el viernes en El Fortín: "Esto es muy lindo. Allá en Buenos Aires no se ve".