Sainz y Brabec: pioneros en Arabia Saudita
Carlos Sainz, a sus 57 años, logró su tercera conquista. Ricky Brabec se coronó en la categoría motos con Honda y cortó una racha de 31 años sin éxitos para la marca japonesa.
En total, 237 de los 342 vehículos que tomaron la salida en Jeddah (un 69,3%) figuran en la clasificación general final de la prueba: 96 motos, 12 quads, 58 coches, 31 SSV y 40 camiones. 19 vehículos que abandonaron por el camino han llegado a Qiddiya en el marco de la categoría Dakar Experience.
Brabec y Honda en la cumbre
Hacía 31 años que el primer fabricante mundial no ganaba el Dakar. Además, ningún piloto estadounidense se había adjudicado aún el rally raid más celebre del mundo. Ayer, en Qiddiya, Ricky Brabec y su Honda 450 CRF escriben un nuevo capítulo en la historia con letras de oro.
A la cabeza desde el final de la tercera etapa, el californiano ha sabido gestionar sabiamente su ventaja a lo largo de las jornadas. El año pasado le traicionaba la mecánica a tres especiales de la meta, pero este año la moto ha ido como un reloj hasta el último kilómetro. La justa recompensa para un piloto que no escatima jamás esfuerzos, así como para Honda, que ha sabido esperar pacientemente desde su retorno oficial al Dakar en 2013.
Edición tras edición, sin desalentarse, pese a los reveses acumulados, el equipo HRC ha logrado perfeccionar la fiabilidad de la moto, reorganizar su estructura y encontrar esa alquimia sin la que resulta imposible hacerse con el éxito, para destronar al equipo KTM que sumaba 18 victorias consecutivas desde 2001. Detrás de Brabec, Pablo Quintanilla ha sido el más incisivo. Al manillar de su Husqvarna, el piloto chileno se ofrece un excelente segundo puesto, tras un año dedicado a recuperarse de la lesión del último Dakar en Perú. El tercer puesto del podio es para Toby Price, ganador en 2019.
El retorno victorioso de Casale
Tras una escapada poco fructífera en SSV el año pasado, Ignacio Casale regresa en 2020 a su primer amor y a la categoría quads, en este primer Dakar saudí. Buena elección para el bicampeón de la prueba, que no ha perdido su hábil manejo del manillar y dejaba su impronta en la carrera desde los primeros kilómetros.
A la cabeza de la general de principio a fin, el chileno no ha contado realmente en ningún momento con una clara oposición, pese a los esfuerzos de Simon Vitse (2 victorias de etapa) o de su compatriota Enrico Giovanni, que se veía obligado a abandonar en la sexta etapa.
Con 4 victorias de etapa y una presencia en el Top 4 con una regularidad pasmosa (10/11), Casale no ha ofrecido mucho suspenso. Tan solo la pérdida de 45 minutos en la búsqueda de un way-point en la 10ª etapa inquietó un poco al piloto, que iguala ahora a Marcos Patronelli como tricampeón del Dakar en esta categoría.
La resistencia de Sainz
Los grandes veteranos mantuvieron el control del Dakar, prueba de madurez por excelencia. Fernando Alonso no se atreverá a decir lo contrario, ya que sus prometedoras prestaciones no fueron suficientes para proporcionar el tan ansiado duelo español, ni Yazeed Al Rajhi, que prosigue con su aprendizaje y obtiene en casa su mejor clasificación, una cuarta posición.
Los tres pilotos que ocupan el podio suman 50 participaciones en coches y ahora 14 títulos en la categoría. El conocimiento de la región y la fiabilidad de un Hilux Toyota con resultados demostrados, hacía que los pronósticos favorecieran a Nasser Al-Attiyah.
Sin embargo, el buggy Mini confiado a Sainz no se ha desviado en ningún momento del camino al éxito. En cabeza tras la tercera etapa y luego en la jornada de descanso, El Matador solo tembló en la octava especial, cuando perdió parte de su ventaja sobre sus dos rivales más cercanos.
Sin embargo, supo aguantar luego sus intentos de ataque hasta Qiddiya. El lituano Vaidotas Zala, que quedó rápidamente fuera de la pugna, se ofreció el privilegio de inaugurar el palmarés saudí del Dakar en la categoría, mientras que Mathieu Serradori rubricaba la primera victoria de etapa de un auténtico amateur desde hace 32 años en Qadi Al Dawasir. Solo les queda seguir madurando para aspirar a lo más alto.
Currie por la regularidad
En la salida de una categoría en pleno auge sin claros favoritos, Cassey Currie formaba parte de los pilotos que había que seguir de cerca, al igual que sus adversarios. El piloto estadounidense esperó a la segunda semana para destacar, dejando primero que otros competidores, con mayor experiencia, se llevaran los laureles, como por ejemplo el vigente campeón Chaleco López (2 etapas), ganador en 2018, Reinaldo Varela (2), el subcampeón de 2019 Gerard Farrés (2), el pentacampeón en motos Cyril Depres (1) o incluso las jóvenes promesas Blade Hildebrand (2), Mitchel Guthrie (2) y Aron Domzala (1).
Aunque han sido numerosos los ganadores de etapa, todos han conocido al menos una jornada aciaga que ha echado por tierra sus aspiraciones a la victoria final en el Dakar. Currie, por su parte, ha jugado la baza de la regularidad para adjudicarse su primer Dakar en su segunda participación al volante de su Can-Am, delante de un Sergei Karikain que se marcha de Arabia Saudí sin ninguna victoria, pero con la satisfacción de un podio final, tras su victoria en quads en 2017.
Karginov mantiene el título en casa
Ganador de las tres primeras ediciones, Eduard Nikolaev partía como grandísimo favorito en la 42ª edición del rally. Sin embargo, el vigente campeón no participó en ningún momento en la pugna y termina incluso abandonando por grandes problemas técnicos con su Kamaz. Por fortuna, al fabricante ruso no le faltaban candidatos y pudo contar con su antiguo ganador de 2014, Andrey Karginov. Tras una etapa inaugural algo tímida, el piloto de 43 años ofrece todo un recital con 7 victorias de etapa y un ritmo imposible de seguir para sus rivales, incluidos los compañeros de equipo. Anton Shibalov, segundo en la general con 3 victorias de etapa, se queda a 42 minutos en la meta de Qiddiya. Siarhei Viazovich pasa, por su parte, la meta final a más de dos horas, tras haber albergado ciertas ilusiones al inicio del rally.