Torneo integración en la Unidad N° 27
En el marco de las actividades deportivas y de inclusión social que se desarrollan en las cárceles bonaerenses, este miércoles se disputó un torneo de fútbol en la Unidad Penitenciaria N°27 de Sierra Chica, donde participaron cinco equipos integrados por privados de la libertad y uno conformado por penitenciarios.
Con un resultado de 2 a 1 a favor de los agentes en un partido muy parejo frente al equipo del pabellón 3, culminó el "Torneo integración de fútbol".
A las 8 de la mañana, la cancha estaba colmada de deportistas entrando en calor y siguiendo las instrucciones de sus capitanes para arrancar una extensa jornada futbolera. Cada uno de los cinco pabellones presentó un equipo y los agentes otro donde participan ocho jugadores titulares y cuatro suplentes.
La lluvia de la noche anterior al evento impuso trabajos extra, pero no detuvo las ganas de encontrarse en la cancha, para lo cual los trabajos comenzaron en las primeras horas de la mañana.
Los participantes trabajaron duramente para sacar el agua de la cancha, con la ayuda de baldes y botellas partidas a la mitad lograron el cometido. Sólo restaba esperar que el viento y el sol hicieran lo suyo, luego marcar con cal las líneas, colocar redes y banderines.
Presenciaron el evento el Jefe de Complejo Penitenciario Centro Zona Sur Inspector General Alberto Dietzel junto al Director de la Unidad anfitriona, Prefecto Mayor Rubén Moyano, subdirectores, el cura párroco José María Ramos, quien bendijo el encuentro, personal y detenidos.
La cancha de fútbol del Sector A fue el escenario elegido para el desarrollo del encuentro, en primer lugar fueron sorteadas las zonas donde participaron tres equipos en cada una que compitieron entre sí.
En una primera instancia quedaron eliminados dos equipos, uno por zona, luego se realizaron las semi finales y finalmente se jugó el partido por el tercer puesto.
Después de diez encuentros en total, el equipo "The masters" de los penitenciarios se coronó ganador y fue reconocido con aplausos por los internos, los jugadores del pabellón 3 cuyo equipo se llamó "CQC" fueron segundos, terceros "Los bosteros" del P2, cuartos "Bam bam" del 4, quintos "Puro fútbol" del 1 y sextos "Los pibes" del pabellón 5.
Durante los días previos al torneo se realizaron charlas entre los competidores donde se puso en claro el reglamento que estipulaba que los partidos serían de dos tiempos de veinte minutos con un descanso de cinco, el equipo ganador obtendría 3 puntos y 1 en caso de empate, el ganador lo hará por sumatoria de puntos y si hay un empate, éste se define por diferencia de goles.
Cinco afiliados de la Asociación de Árbitros de Olavarría colaboraron con la iniciativa, Fernando Spitale, Carlos Canere, Alejandro Córdoba y Marcelo Gadea.
Uno de ellos, Ramón Arce es un agente que trabaja en la Unidad Operativa del Complejo Centro Zona Sur y pertenece a la filial de árbitros de Colonias y Cerros.
La competencia fue organizada de manera conjunta entre los directivos de la cárcel y el personal de la sección Vigilancia y Tratamiento con el objetivo de contribuir a la reinserción de los internos en la sociedad, trasfiriendo valores a través del deporte y la recreación, lo cual concluiría con un beneficio para la comunidad en general y los propios involucrados.
Diversos sectores de la cárcel intervinieron en el evento: quienes tienen en sus manos las normativas de seguridad, el personal de sanidad que estuvo atento a cualquier situación que requiriera su intervención, en el taller de arte se confeccionaron los premios al goleador y al mejor arquero y los integrantes del taller de costura solidaria "Ayudarnos" que confeccionaron las pecheras y banderines que se usaron.
Además, los árbitros y el presidente del Club Sierra Chica recibieron como obsequio y a manera de agradecimiento por su colaboración una agenda que fue realizada en el Taller de encuadernación.
A las 18 comenzó la premiación de los ganadores, hubo trofeos para el primero, segundo y tercer puesto, también fue entregado el "Botín de oro" a Alejandro, jugador del Pabellón 3 que fue el goleador del partido y por último los "Guantes dorados" para Martín, agente del equipo "The Masters" que fue el arquero con menos cantidad de goles.
El evento finalizó con un asado que donaron los agentes y que fue compartido con todos los participantes y un importante anuncio.
Las sensaciones
Javier integró el equipo del pabellón 1, tiene 40 años y le faltan 2 años y 10 meses para salir en libertad. Entre partido y partido comentaba que "con los pibes nos preparamos durante la semana, jugamos unos triangulares para poder elegir a los titulares, fue una semana de mucho entrenamiento. Creo que, desde mi punto de vista, esto de jugar con los penitenciarios es un aspecto de la socialización, una forma de incluirnos, yo nunca lo había visto. Hace 9 años que estoy detenido y esto me parece algo espectacular, de hecho, pienso que en un régimen abierto deberían hacerse más".
Sobre los agentes, no hubo prejuicios en sus palabras, "tienen un buen equipo, están concentrados, se conocen, juegan muy bien, son difíciles. La cancha estaba bien a pesar de la lluvia, los chicos se levantaron a las 4,30 de la mañana, la secaron y quedó a la altura del evento".
Antes de caer en prisión tenía una Pyme de reciclado en San Martín, está en pareja y tiene tres hijos. "Es mi primer campeonato, por eso para mi familia, que están al tanto de este torneo, es algo buenísimo porque imagínese que yo nunca jugué al fútbol y que vean una noticia o que sepan que estamos haciendo deportes para ellos es especial".
La emoción aceleraba sus palabras "por un momento parecíamos personas en un camping compartiendo un buen momento, disfrutando, riendo, la verdad que fue algo diferente. Estuvimos muy emocionados y motivados durante toda la semana y cuando llegó el momento de jugar el primer partido estábamos muy concentrados y entrenadísimos, los pibes estaban muy contentos por participar en un campeonato tan bien organizado, con camisetas, árbitros, fue una experiencia diferente. Hasta anoche seguía la revolución, jugar contra un equipo de penitenciarios fue un condimento extra, perder contra ellos fue una emoción rara y después que salgan campeones y aplaudirlos fue como si todos fuésemos pibes comunes disfrutando de un campeonato".
Hernán tiene 27 años y dice que le falta poco para irse en libertad. Jugó con sus compañeros del pabellón 3 la final y antes de arrancar su emoción era clara. "Ganamos y es genial. Para llegar al encuentro entrenamos mucho con los conos en el patio, jugamos todos los días con los chicos de los pabellones, así que ahora estamos preparados para la final contra el Servicio".
"Me parece que esta es una linda experiencia porque nosotros estamos preparándonos para volver a la calle, así que no tenemos ningún problema en jugar con ellos, juegan muy bien y tenemos ganas de ganarles. La cosa es que cambia un montón jugar con árbitros porque el fútbol en la cárcel es muy rústico", finalizó.
Braian contaba las horas hasta llegar al miércoles porque su pasión por el fútbol viene con él de la calle, de cuando jugaba en su club de Las Flores. "Nos preparamos tranquilos, humildes, poniéndole la mejor, esperamos que sea un lindo partido y vamos a buscar ganarlo. Soy el capitán del equipo, lo llevo adelante como se debe, hago jugar a los chicos y buscamos ganar el torneo" enfatizó.
En la Unidad 27 hay 182 internos, de los cuales el noventa por ciento participa de alguno de los talleres que se dictan en el lugar o continúan con sus estudios. De hecho, todos los presos que participan de este torneo tienen que cumplir requisitos de conducta y estudiar o trabajar.
Cuando el árbitro pisa la cancha todos deben acatar las mismas normas. Empieza el partido y por un rato todos tienen las mismas condiciones.
Martín es agente penitenciario y trabaja en la sección Sanidad. "Hasta el año pasado jugué en un equipo de Benito Juárez, hoy hubo buen juego, buen toque con la pelota para mantener el resultado que obtuvimos. El segundo partido nos dio un poco más de trabajo, el primero fue más liviano, sobre todo en lo que es mi puesto, pudimos mantener el arco en cero. Con algunos de mis compañeros la última vez que jugamos juntos fue en el inter unidades que se jugó en la Unidad 2 y donde salimos campeones también, ahora, jugar con los internos es mi primera experiencia desde los 17 años que llevo de carrera y me parece interesante porque hay un respeto mutuo".
Por otra parte, Claudio, quien lleva cinco años en la repartición y trabaja en la sección Vigilancia y Tratamiento dijo que "tenemos un buen equipo, la mayoría entrena afuera y jugamos al fútbol y también otros deportes, hay mucho compañerismo y nos entendemos bastante. Hoy los chicos le pusieron onda, marcaron la cancha, le pusieron redes, se va la pelota larga y vuelve enseguida. Está bueno jugar con los internos poniendo siempre el acento en el respeto y en el juego limpio".