El seleccionado argentino, con Lionel Messi, venció este martes a Bolivia por 2 a 1 en la altura de La Paz, en la segunda fecha de Eliminatorias Sudamericanas, y obtuvo un gran triunfo en un escenario históricamente adverso como el estadio "Hernando Siles".

Bolivia se puso en ventaja con el gol de cabeza del delantero Marcelo Martins, mientras la Argentina que no ganaba desde el 26 de marzo de 2005 en La Paz, lo dio vuelta con tantos de Lautaro Martínez y Joaquín Correa.

La victoria permite que el seleccionado de Lionel Scaloni, quien en la previa hizo una observación mayúscula a los 3.650 metros sobre el nivel del mar, tenga puntaje ideal en las Eliminatorias Sudamericanas al cabo de dos fechas.

La Argentina empezó con dudas. La iniciativa la tuvo Bolivia con remates de media distancia y centros al área argentina, ante una defensa que evidenció inconvenientes en la marca. Y luego de dos intentos, Martins facturó, de cabeza, en soledad.

El gol del jugador de Cruzeiro, de Brasil, bajó el impulso boliviano y la Argentina, en forma progresiva, se instaló en campo contrario porque Exequiel Palacios, en su debut oficial, levantó su producción. Sobre el final del primer tiempo, en una jugada iniciada por Palacios, Lautaro Martínez tuvo su premio con una pelota que no dio por perdida nunca. Presionó al central José Carrasco, quien cometió un grave error en el rechazo, y con fortuna encontró el empate.

Lionel Messi reguló los esfuerzos en la primera parte, en la que prácticamente no tocó el balón, pero en el segundo tiempo aportó apariciones fugaces que resultaron la clave del éxito. La Argentina, a pesar de la altura, impuso su oficio y categoría a medida que transcurrieron los minutos del segundo tiempo, ante un rival inferior que sólo tenía a la altura como aliado.

El capitán argentino asistió a Lautaro Martínez a los 29 minutos para un remate que desvió el arquero Carlos Lampe. Allí la Argentina supo que lo podía ganar. Poco después apareció Correa, con poco tiempo en cancha, para ejecutar un zurdazo fuerte al arco que devino en el 2-1, luego de una buena sociedad entre Messi y el bahiense ex Racing Club. La Argentina terminó el partido en campo boliviano, bien lejos de su arco, ante un rival inferior y desconcertado, que sólo hizo valer las características de su localía en los primeros 20 minutos.