Allí, en Tokio, Vernice cumplió su sueño olímpico. El representante de canotaje, que fue parte de la prueba K1 1000 metros, terminó octavo tras llegar a su objetivo de ser parte de la final. Entonces, regresó con el diploma y las ganas de ir por más. Aunque, al menos por ahora, será tiempo de descansar y disfrutar un poco de todo lo logrado en este tiempo.

La llegada ya fue emocionante para el deportista, que fue reconocido por lo realizado. Pasadas las 18.30 llegó en auto a la rotonda de 226 y Pringles. Allí ya lo esperaban seres queridos, amigos, allegados y muchos que quisieron saludarlo tras su logro deportivo.

Entonces, enseguida bajó, saludó, se sacó fotos. Y finalmente se subió a la camioneta de Bomberos para iniciar la típica caravana, que se hace con aquellos que marcaron algo como embajadores de la ciudad. El recorrido fue entre sirena y bocinas, lo que motivó las miradas de todos los que pasaban a su lado (muchos saludaron), y se dio desde allí y hasta el club, su club, donde empezó todo su recorrido como deportista.

La camioneta siguió por Pringles hasta Necochea (justo frente a la Terminar, en el semáforo, fue saludado por Pablo Grunewald, quien lo esperó con una bandera argentina). Luego tomó Rivadavia, hasta Del Valle, y desde allí derecho hasta la portada del Club Estudiantes. Allí fue recibido con fuegos artificiales, hasta su entrada al Maxi donde se llevó a cabo el acto central.

Tal como estaba previsto, a las 19 Marcelo Manolio presentó a Agustín Vernice. Allí se dio la charla entre el deportista y el locutor, donde explicó parte de lo vivido en Tokio, pero también el palista entregó distintos mensajes a todos los presentes.

En la oportunidad estuvo presente el intendente Ezequiel Galli, el presidente del HCD Bruno Cenizo, el subsecretario de Deportes y Recreación Juan Agustín Galli, dirigentes de la Unión de Clubes, familiares de Vernice y deportistas y entrenadores de todas las disciplinas del club, que se ubicaron en distintos sectores del Maxi.

En el inicio del acto habló el presidente del Club, Emilio Incaurgarat, también durante el evento lo hizo el intendente Ezequiel Galli y hubo distintos reconocimientos para Agustín Vernice, quien tocó distintos temas con Manolio.

En el cierre la Unión de Clubes -a través de José Maceo- le entregó una placa, como también hizo Galli (incluso con la bandera) y en el final Estudiantes lo reconoció como Embajador Olímpico, lo que fue entregado por el presidente del club y el profesor Santiago Casey, con quien Agustín Vernice inició su carrera que lo llevó a los Juegos Olímpicos.

Entonces, vivió una jornada especial, emotiva, y como se merecía, aunque por la pandemia el Maxi tuvo una capacidad reducida. Pero, más allá de eso, Agustín Vernice recibió muchas muestras de cariño y agradecimiento por lo realizado hace dos semanas en Tokio.

Porque luchó, puso todo durante años, y regresó a la ciudad con la satisfacción del sueño cumplido. Aunque, está claro, ahora irá por más luego de su merecido descanso.