Brasil, día 27. El miércoles, antes de salir para "Cidado do Galo" a realizar una nota exclusiva con Claudio Gugnali, asistente de Alejandro Sabella, fui hasta donde estaba Douglas Maiki al volante del auto y le dije "esta bandera va a volver diferente".

El pibe me miró como escrutando en mi afirmación. "¿Você pretende retornar com a bandeira do Brasil?" (¿vos vas a volver con la bandera de Brasil?), me chicaneó.

"Vos reíte", le dije, y empezamos a recorrer los veinte o treinta kilómetros que separan nuestra casa de la ciudad deportiva del Atlético Mineiro, donde desde hace casi un mes acunan sus sueños los jugadores de la selección argentina.

Puntual, a las 19.30, llegó Claudio Gugnali al set de televisión que tiene preparada la FIFA en la concentración para las entrevistas individuales. Gestión que debemos agradecerle a Enrique Cruz, nuestro compañero en el departamento, amigo de los tiempos que el actual asistente de Sabella entrenaba a Unión de Santa Fe.

El tipo, un fenómeno en todo sentido, nos atendió a los cinco durante casi una hora sin condicionantes, ni apresuramientos. Primero "lo agarramos" Néstor, Emiliano, Darío y yo, después "se lo llevó" (con todo derecho) Enrique para un vivo en su programa "La tercera" de Radio Sol, en Santa Fe.

Maiki, con permiso especial, miraba asombrado detrás del marco de la puerta, y feliz, porque él es fanático de "Galo" (Atlético Mineiro). Cuando terminamos de hablar, lo miré, le guiñé el ojo y con Emiliano nos dirigimos hacia Gugnali, con la complicidad de Enrique.

El marcador se lo entregó Emiliano, el pechazo se lo hice yo: "Claudio, disculpá que abusemos de su generosidad, pero trajimos una bandera y una camiseta de la selección. Sería mucho pedirte que nos la firme Messi".

"¿Messi sólo querés, o todos?", me contestó. Ahí Emiliano estuvo más ligero que yo, y le dijo: "Todos los que puedas". A esto, eran como las 21 del miércoles, y llegar para el programa se hacía materialmente imposible.

Regresamos desde "Cidade do Galo", no quedamos en el camino a comer un rodizio de pizza, y cuando estábamos por pedir la cuenta cayó un mensaje en el celular de Emiliano, de Claudio Gugnali que decía: "Ya hice firmar las cosas; se las dejé a Coco Ventura (jefe de prensa de selecciones nacionales); mañana al mediodía pásenlas a buscar".

Llegamos mucho antes del mediodía, por supuesto; nos anunciamos ante los guardias de seguridad, medio a escondidas recibimos de Coco Ventura la camiseta y la bandera firmadas por el cuerpo técnico y una gran parte del plantel, y volvimos con la feliz sensación de que una utopía se había concretado.