Desafíos post-tormenta: Escurrimiento eficiente pero lagunas persisten en Bolívar
Tras la tormenta del martes, Bolívar se recupera con un escurrimiento eficiente, pero lagunas persistentes generan preocupación. Desde la Barrio Los Zorzales hasta el Parque "Las Acollaradas", un análisis detallado de las zonas afectadas y los desafíos pendientes.
La ciudad de Bolívar enfrenta los retos post-tormenta luego del aguacero del martes, que dejó más de 100 milímetros de lluvia en algunos sectores. A menos de 24 horas del evento climático, la evaluación de LA MAÑANA revela un escurrimiento efectivo, en parte gracias a canales de drenaje y la absorción del suelo, pero también señala áreas críticas que demandan atención inmediata.
Uno de los puntos focalizados es la intersección de la Av. Antonio Díaz y Mariano Unzué, donde persisten lagunones que requieren intervención. La calle Balcarce, especialmente en el sector del Barrio Los Zorzales, ha experimentado históricamente problemas de inundación. A pesar de intentos anteriores de abordar la cuestión, la reciente tormenta ha resaltado la necesidad de un mantenimiento más riguroso en los canales de drenaje.
La atención se dirige también a la zona de Benito Lynch, donde la falta de un canal aliviador, acordado anteriormente por el Concejo Deliberante, deja a la familia Cepeda y a los vecinos expuestos a las inclemencias del clima. La vegetación y la acumulación de basura en los canales afectan su eficacia, evidenciando la urgencia de medidas preventivas.
La calle Palazzolo, en Barrio Vivanco, una vez conocida como una "pileta de natación" debido a la falta de pavimentación, sorprende con un buen drenaje tras la tormenta. Sin embargo, se destaca la necesidad de corregir lagunas menores en la prolongación Rodríguez Peña.
El reporte continúa su recorrido por la Av. Centenario, donde el Club Ciudad y el Canal A presentan un funcionamiento normal, pero se detectan lagunas en la prolongación de la avenida, camino al Barrio Pompeya. El Parque "Las Acollaradas" muestra un nivel de agua sorprendentemente bajo en la glorieta, aunque se resalta la presencia de basura en los canales internos que requiere limpieza.
A pesar de los desafíos, los barrios del norte, como Obrero, Parque, Pompeya y El Recuerdo, muestran un buen trabajo de alteo en los nuevos loteos, evitando anegamientos significativos. El saldo de la tormenta, aunque inevitablemente adverso para algunos, destaca la eficiencia del sistema de drenaje, alentando a la ciudad a abordar con urgencia los puntos críticos identificados para evitar problemas futuros.