Desde hoy, la música argentina se da cita en Bariloche para la segunda edición del Fimba
Entre hoy y el domingo, el Festival Internacional de Música Bariloche ofrecerá 25 conciertos gratuitos con figuras como Escalandrum con Elena Roger, Juan Falú y Peteco Carabajal entre muchos otros, con fuerte presencia de la obra de Astor Piazzolla junto a la Filarmónica de Río Negro y sus ensambles.
Con la fuerte y versátil presencia de la orquesta local fundada en 2016 en sus distintas formaciones y un seleccionado de ilustres artistas visitantes, el segundo Fimba propondrá lo que Martín Fraile, director artístico de la Filarmónica y del encuentro, anuncia como "la propuesta de sensibilizarnos con músicas que provienen de distintas prácticas musicales y con músicos que provienen de distintas tradiciones".
"En ese sentido, Piazzolla es un todo y un buen ejemplo que atraviesa a públicos de escuchas muy diversas donde la categoría académico o popular no funciona", postula Fraile en charla con Télam.
Y con la misma convicción, el artista y gestor subraya que el espíritu del Fimba "es una invitación a hacer cuerpo la música y también fomentar audiencias sensibles".
El protagonismo de la Orquesta Filarmónica de Río Negro (OFRN) en el segundo Fimba pasará por actuaciones del conjunto en pleno, de su ensamble de vientos y percusión, el ensamble Ventisquero Negro, las Cuerdas del Alto Valle, las Cuerdas Patagónicas, Ensamble de Cuerdas del Atlántico Sur, Ensamble Perla del Valle, Ensamble Trepún Percusión, Ensamble Bronces del Atlántico, Ensamble Piltri Quinteto, Ensamble del Alto Bronce, Ensamble Viento Sur y Ensamble Sur.
Esas formaciones dialogarán a lo largo de cinco días con artistas nacionales de diversas corrientes y estéticas para regalar un prometedor programa musical que surcará buena parte de la ciudad de San Carlos de Bariloche.
Los conciertos gratuitos tendrán por sedes el Teatro La Baita (Francisco Pascasio Moreno 39), la Catedral Nuestra Señora del Nahuel Huapi (Vice Almirante O‘Connor 500), Camping Musical (Vivaldi 1000 de Llao Llao), Teleférico Cerro Otto (Av. de los Pioneros 5000), Estación Araucanía (Av. Exequiel Bustillo 11500), Modo Bar (Las Piedras 727) y NH Edelweiss (San Martín 202).
Télam: Parece haber una mayor presencia del tango en relación a la edición inaugural ¿Ello obedece al centenario de Piazzolla o es un propósito del Festival Internacional de Música Bariloche?
Martín Fraile: La curaduría musical propone el diálogo con diferentes lenguajes y lo que nos sucedió en relación a Piazzolla fue que desde Peteco, a Spiller y pasando por nuestra Orquesta Filarmónica de Rio Negro, nos encontramos todos haciendo música de Piazzolla. Es música que forma parte del repertorio argentino universal. Rendimos homenaje a este gran compositor argentino pero sucedió en forma natural, no fue un pedido expreso a los artistas ni seleccionamos artistas que fueran del mundo del tango exclusivamente.
T: ¿Cómo llegan a esta segunda edición del Fimba tras el impasse al que obligó la pandemia?
MF: Llegamos con muchísima expectativa y llenos de ganas de inundar de música a Bariloche. A partir de julio comenzamos a vislumbrar la posibilidad de poder hacer el festival 2021 en el mes de octubre y nos pusimos a trabajar.
T: ¿Qué diferencias y continuidades hay en relación al estreno del Festival en mayo de 2019?
MF: Esta segunda edición trabaja exclusivamente con artistas argentinos. Se trata de una decisión que tomamos en pos de crear oportunidades de trabajo para un sector muy castigado durante la pandemia. La continuidad se expresa en el alma de este festival, que propone un encuentro entre músicos que provienen de distintas tradiciones, donde la música es un puente que nos conecta y nos sensibiliza.
T: ¿Cuál es el rol de la Filarmónica de Río Negro y de sus ensambles en la escena musical regional?
MF: Desde su creación en 2016 la Orquesta Filarmónica de Rio Negro ha movilizado una importante fuerza de artistas-docentes que explica un antes y un después en el panorama regional. Realizamos entre 10 y 16 presentaciones mensuales a lo largo y ancho del territorio con un programa efectivamente federal, que democratiza el acceso a la música para todos los sectores. Gimnasios, escuelas, teatros, iglesias, son nuestros espacios para tocar y conectarnos con la audiencia a partir de repertorios que rompen con ciertos prejuicios acerca de qué es lo que le gusta a la gente y qué tiene ganas de escuchar. La música nos sensibiliza y sensibilizarnos es conocer, sensibilizarnos es pensar. La música nos hace estar más cerca de nuestra esencia, de nuestra humanidad, de poder conectarnos con el otro. Télam