Dieron de alta y trasladaron a una comisaría al ladrón que fue baleado en el rostro en un robo
El acusado de 45 años quedó alojado en la seccional Primera y se espera que en los próximos días se otorgue un cupo en una cárcel. Fue capturado cuando entró a robar a un domicilio de Alvaro Barros al 1500 y un adolescente le disparó con una escopeta. Su cómplice también está detenido.
Luego de permanecer dos semanas internado en el área de Clínica Covid del Hospital Municipal "Dr. Héctor Cura", Díaz fue alojado en los calabozos de la seccional Primera en la mañana del pasado martes cuando le otorgaran el alta médica. Antes de ser atendido en este sector estuvo internado varios días en la Unidad de Terapia Intensiva, a raíz de las lesiones que le provocó el disparo que recibió en el maxilar cuando ingresó a robar a la vivienda de Avaro Barros al 1500.
El mismo martes por la mañana se concretó la audiencia de defensa del imputado en la sede del Poder Judicial, donde hizo uso del beneficio de no declarar. En esta instancia la fiscal María Paula Serrano, titular de la Unidad Funcional de Instrucción Nº 4, lo imputó por el delito de "robo doblemente agravado por el uso de arma de fuego y por escalamiento", en referencia al asalto ocurrido el domingo 16 de mayo alrededor de las 14.
Hasta ayer Díaz permanecía alojado en la comisaría Primera, donde también está detenido el coautor de dicho robo, Diego Fernando Ibarra. Para las dos personas se espera que el Servicio Penitenciario Bonaerense otorgue un cupo en las unidades carcelarias a las que serán trasladados y, de manera inicial, seguirán el proceso detenidos.
Ambos fueron detenidos poco después de que ocurriera el robo. En el caso de Díaz, fue trasladado en una ambulancia desde el domicilio de Alvaro Barros entre Piedras y avenida Ituzaingó con custodia policial, luego de que una de las víctimas del asalto, un chico de 16 años, le disparara con una escopeta.
Mientras tanto, luego de que Díaz resultara herido, Ibarra escapó de la vivienda en dirección al parque Alberdi. El rápido trabajo que realizó personal del Comando de Patrullas Olavarría (CPO) permitió que fuera capturado en el cruce de Necochea y Junín. Este último fue imputado por la fiscal Serrano por el delito de "robo doblemente agravado por el uso de arma de fuego y por escalamiento", "portación de arma de fuego de uso civil sin la debida autorización legal" y "coacción agravada por el uso de armas".
El asalto
El violento robo sucedió cuando los delincuentes ingresaron por el patio de la vivienda del barrio Pueblo Nuevo con el propósito de llevarse dinero en efectivo. Al huir Ibarra logró apoderarse de una suma superior a los 30 mil pesos, dinero que fue recuperado por la policía.
Mientras Ibarra redujo a la propietaria de la vivienda y la amenazó con un arma de fuego para que le entregara este dinero, Díaz ingresó al domicilio, presumiblemente con el objetivo de robar otras pertenencias. Sin embargo, un adolescente de 16 años, alertado por los gritos de súplica de su madre que estaba en el patio, buscó una escopeta y baleó en el rostro a Díaz, que quedó tendido en el lugar.
La detonación puso en alerta a los vecinos, que llamaron al número de emergencias 911 y se acercaron policías al sector. En tanto que Ibarra huyó a pie en dirección al parque Alberdi, y en el camino se descartó de un arma de fuego que fue secuestrada en el acceso a un complejo de departamentos ubicado en Sargento Cabral y Tacuarí.
Ese mismo día trabajaron por varias horas agentes y autoridades de distintas dependencias policiales de la ciudad, y se presentó en el domicilio también la fiscal Serrano junto con auxiliares de la UFI 4, quienes mantuvieron contacto con las víctimas de este violento asalto. En tanto que personal de la división Olavarría de Policía Científica realizó pericias en el interior de la vivienda, en paredones de domicilios cercanos con el objetivo de determinar cómo llegaron los delincuentes hasta el patio de la casa, entre otros sectores.
Además se realizó la prueba balística del arma que utilizó Ibarra para amenazar a la víctima mientras le pedía el dinero. "No me mates. Soy una mina buena que laburo hace 30 años para criar a mi hijo", fue lo que la mujer comentó poco antes tarde que le suplicó al delincuente mientras que éste le apuntaba con el arma de fuego.