Dormitorios, serenos y elegantes
Espacios muy especiales que comparten algunas claves interesantes entre las que destaca la limpieza visual y la sencillez de formas, colores y decoraciones. Hoy te contamos las claves esenciales de los dormitorios de estilo nórdico.
Y es que un poco de lógica tiene la cosa, porque las bases de esta tendencia decorativa son realmente especiales: ambientes serenos, tranquilos, en los que apetece estar. Colores neutros, que combinan a las mil maravillas. Elementos de la naturaleza, como plantas, ramas o, incluso, la presencia de la madera rústica en algunos elementos. Todas estas cosas hacen del nórdico el estilo de moda.
Si pensamos en cómo ha de ser un dormitorio decorado al estilo nórdico, lo primero que nos viene a la cabeza es que el color estrella que ha de dominar el espacio tiene que ser el blanco, de forma casi obligada.
Y es que el blanco es el estandarte de este tipo de espacios de estilo nórdico, en especial en los dormitorios (más que en salones u otro tipo de estancias). Sin embargo, no se trata de llevar esta premisa a rajatabla, sino de apostar por colores neutros.
Puede que para las paredes elijamos el blanco o un gris muy suave. Los muebles también han de ser de tonos claros. Y, por supuesto, la ropa de cama debe ser blanca o de algún color suave. Por supuesto, evitaremos los estampados coloristas y los tonos intensos, aunque se puede crear contraste con algún color oscuro como el gris o con algún estampado geométrico.
En el caso de las habitaciones infantiles, el papel pintado se convierte en protagonista de algunas de las paredes, con lo que se consigue un toque más divertido, alegre y acogedor en la decoración. Combinado con guirnaldas decorativas, otro elemento muy empleado en los dormitorios juveniles e infantiles, logra un efecto ideal.
En un dormitorio en el que el blanco es el color estrella, hemos de buscar elementos que aporten calidez al espacio. Y no siempre es necesario elegir colores cálidos e intensos para subir la temperatura de los ambientes.
Los textiles, en el caso de los dormitorios, son el recurso perfecto para añadir confort y sensación de calidez. Así que, si quieres caldear un poco tu dormitorio nórdico, apuesta por elementos de texturas calentitas como la piel. Una alfombra de piel a los pies de la cama no solo decora, sino que hace más agradable el hecho de levantarse cada mañana.
Un detalle muy nórdico es decorar con cuadros la pared frontal de la cama, justo por encima de la cabecera. La forma de hacerlo queda a tu elección: puedes poner un cuadro de gran formato, o varios de diferentes tamaños. Puedes elegir pintura o fotografía. Una imagen de algún paisaje que te resulte inspirador, o fotos tuyas que te gusten especialmente. El único consejo que puedo darte es que busques diseños o imágenes de tonos neutros, en blanco y negro por ejemplo, para no romper el equilibrio de la decoración.
¿Un detalle de estilo industrial? Será, sencillamente, una idea genial. Pocos estilos decorativos compaginan con tanta maestría como el estilo nórdico y el estilo industrial. A veces parecen hechos el uno para el otro. Por eso, cualquier elemento de estética industrial queda genial en los dormitorios de estilo nórdico.
Puede ser un elemento constructivos, como una pared de ladrillo. O un placard que reúna hierro y madera, una de las claves de un estilo que ya reina en la decoración. Si tienes amplitud y techos altos puedes plantearte revestir la pared de la cabecera. Y si estas solución te parece excesiva, apuesta por alguna pieza industrial como un mueble o una lámpara. Acertarás seguro.
La onda industrial
El estilo industrial, también conocido como estilo urbano, es un estilo decorativo que tiene su origen en la arquitectura típica de la industria, una arquitectura sin pretensiones y un atractivo visual que tiene que ver con la desnudez de su estructura y sus materiales.
El estilo industrial tiene historia y en ella están involucrados los artistas jóvenes neoyorquinos, quiénes en la década de los ´50 escogieron para vivir amplias y espaciosas fábricas llenas de vigas, ladrillos y hormigón, además de hierros y maderas rústicas. Más de medio siglo después el estilo industrial sigue estando de moda, siendo uno de los estilos eclécticos que más triunfan los últimos años en las revistas de decoración.
El estilo industrial puede tener ciertos tics retro y vintage, ya que usa elementos antiguos, como muebles oxidados o desgastados por el paso del tiempo.