Duro testimonio de una olavarriense exiliada en un juicio de lesa humanidad en La Plata
Laura Franchi y sus dos hijas declararon en el juicio unificado "Pozos de Banfield y Quilmes". Ella dejó la ciudad junto a su esposo, Mario Alfredo Stirnemann, ante la persecución política que padecían. Hay 17 represores acusados por los crímenes cometidos en esos centros clandestinos.
La mujer es Laura Franchi, oriunda de Olavarría y quien justamente dejó la ciudad en el marco de la persecución política que padecía junto a su esposo, Mario Alfredo Stirnemann, militante peronista y sindicalista que trabajaba en la fábrica Loma Negra. Ambos se instalaron en Quilmes y ella fue detenida el 23 de noviembre de 1974.
Además, declararon a través de medios virtuales sus hijas María Laura y Silvina Stirnemann, esta última nacida en cautiverio. Con la detención de Franchi, las hijas vinieron a vivir con su abuela materna a Olavarría.
El proceso oral está a cargo del Tribunal Oral Federal 1 de La Plata en el marco del juicio unificado por los delitos cometidos en los centros clandestinos conocidos como Pozo de Banfield, Pozo de Quilmes y "El Infierno", que funcionó en la Brigada de Lanús.
Tal como dio a conocer la agencia Télam, Franchi está exiliada en Francia desde 1981, cuando esposada y con custodia se le permitió salir del país; y tiempo después pudo lograr que sus dos hijas -hoy integrantes de Hijos en Francia- se reunieran con ella.
"Es un orgullo estar acá ante un Tribunal que escuche mi testimonio que tardó 45 años en ser escuchado, este juicio llega 45 años tarde" sostuvo Laura Franchi quien prestó declaración desde el Consulado argentino en Francia. Expuso cómo fue el día de su detención en la localidad de Quilmes cuando "estaba embarazada de 3 meses de Silvina (Stirnemann), me llevan con mi hija a la cocina de la comisaría y ahí vi que estaban nuestras cosas, que habían allanado la casa y habían llevado nuestras cosas, incluso juguetes de María Laura" detalló.
Franchi expresó que fue torturada e interrogada: "querían saber dónde estaba Mario Alfredo Stirnemann, todo giraba alrededor de eso".
"Un médico me tomaba el pulso y decía lo que había que hacer y lo que no había que hacer (durante las torturas)", remarcó y agregó que "las personas que torturaban eran personas preparadas para torturar", pero que no sabía "quiénes eran".
Consideró que "en 1974 se empezó a preparar el horror que vivimos después, fue el inicio de esas prácticas de tortura que implementaron de más en más después", dijo en referencia al inicio de la dictadura. Relató lo que sucedió con su hija mayor y el tratamiento que recibió en la Brigada de Banfield donde estuvo alojada. Habló de la violencia psicológica sufrida desde lo verbal, del trauma que padeció su hija, y del tratamiento que recibió al momento de parir a su segunda hija.
Estuvo alojada también en la cárcel de Olmos y en la cárcel de Devoto, hasta que en 1981 se le permitió salir del país.
Tras su testimonio, se oyó el relato María Laura Stirnemann, quien contó las secuelas vividas tras ser detenida junto a su madre y su tío en 1974. La mujer luchó décadas más tarde para localizar los restos de su padre, Mario Alfredo Stirnemann, sepultado en el cementerio de Lomas de Zamora. También agradeció la oportunidad de testimoniar ya que los responsables del asesinato de su padre en Puente Vasco ya fallecieron sin que lograra justicia.