Pocas veces muestra un gesto adusto Bardín y esta es una de esas veces. "Estamos muy complicados no solo a nivel local, por los contagios, sino por lo que sucede en la región porque no podemos derivar pacientes", extractó.

"Estamos muy preocupados", dijo. "Tenemos que ir hacia la Fase 3 estricta y aunque se restrinja la circulación y la suspensión de las reuniones sociales mucho más no se puede hacer", adelantó.

Ayer, al cierre de esta edición, se realizaba la reunión del Comité de Emergencias de La Madrid y allí se analizaban las disposiciones que efectivizará hoy la provincia de Buenos Aires. "A diferencia del año pasado hoy no tenemos el ASPO y la situación del país es distinta. Las obligaciones comerciales y económicas hay que enfrentarlas, y eso convierte a esta situación en una ´tormenta perfecta´ por un montón de cosas: no se puede cerrar el país, hay circulación constante de la gente, las sepas son mucho más contagiosas", consideró Eduardo Bardín.

"Estamos en un límite. El sistema de salud reclama más disposiciones para poder ayudar a contenerlas y la gente tiene que acompañarlas", cerró el secretario de Salud lamatritense.

Cabezas duras

El lunes marcó un récord de personas infectadas: 26. En todos los casos los análisis se realizaron a través de los testeos rápidos. "Este estudio marca que la persona está contagiada hace al menos seis días por lo tanto lo estamos agarrando tarde", comentó Eduardo Bardín.

"Nosotros estamos testeando contrademanda y a la gente le cuesta ir por los aislamientos. Es difícil que nos reconozcan los contactos estrechos. La situación es complicadísima porque la mayoría de los casos son en personas jóvenes que conviven con personas mayores", indicó el secretario de Salud.

El funcionario puso en alerta a la comunidad porque "el personal sanitario está cansado y no está dando abasto".

Otro dato no menor es que aproximadamente 700 lamatritenses han sido aislados por ser contacto estrecho de personas con el virus "y no todos responden como deberían".

Para Eduardo Bardín, este no es momento de echar culpas ni replantearse si las decisiones se tomaron o no en el momento correcto. "Ya es tarde para llorar por la leche derramada. Lo que tenemos que hacer es que tenemos que poner manos a la obra y es momento de estar unidos", reflexionó.

"Al no haber aislamientos no se puede restringir que venga gente de afuera y lo único que queda es restringir la circulación, y cuando se hace muchos se quejan. El virus circula cuando hay circulación de gente. Si todos los países del mundo ponen toque de queda no es porque les gusta ser represores sino porque entienden que al no haber circulación bajan las posibilidades de contagio", recalcó Bardín y aunque admitió que "puede ser una medida que no es suficiente pero puede ayudar".

"La población está cansada y le cuesta cumplir. Antes teníamos un caso y la comunidad se preocupaba ayer (por el lunes) tuvimos 26 y siguen saliendo. Lamentablemente ha naturalizado esta situación como ha ocurrido con otras cuestiones", concluyó.

La arena del coronavirus

"Hay gente que es contra de todas las decisiones porque lo afecta comercialmente o porque no cree, entonces es difícil convencerlos de las medidas. Hay quienes buscan boicotear las medidas y buscar el lado flexible para poder no cumplirla", lamentó Eduardo Bardín.

"También están aquellos que buscan echar culpas a los demás y pretenden no cumplirla, entonces estamos complicados y me preocupa", agregó.

"Nos vamos en discusiones chiquitas o pensar en los momentos electorales que vivimos y cada uno intenta llevar agua para su molino. No es casualidad que el año pasado no hubo discusiones sobre las medidas que se tomaban en ningún lugar de la Argentina, salvo algunos díscolos que fogoneaban desde afuera y ahora se discuten cuestiones que antes no… es porque estamos más cerca de una elección", analizó.

"Es una lástima que el país no cambie ni siquiera en momento tan complejos como este donde estamos siendo amenazados por una pandemia", selló el secretario de Salud de General La Madrid.