"‘Ali’, es difícil expresar en palabras esta tristeza que los vascos sentimos por tu despedida de esta tierra, pero sabemos que personas como vos no tienen otro destino que el cielo.

"Tu generosidad está presente en nuestro querido centro vasco. Fuiste un pilar inigualable desde su primer momento.

"Risas, alegrías, también tristezas y porqué no algún enojo. Cómplice en cada Semana Nacional de alguna ‘travesura’ o actitud no tan ‘políticamente’ correcta de una SEÑORA (con mayúsculas) como tú.

"GRACIAS, Ali. GRACIAS por tu generosidad. GRACIAS por estar siempre presente. GRACIAS por regalarnos tus ocurrencias que muchas veces oportunas, provocaban sonrisas que no olvidaremos. Escribe tu libro en el cielo, porque aquí entre nosotros has escrito la historia del centro vasco. Te recordaremos con la misma ternura que nos entregaste, sintiendo que el camino compartido fue un gran regalo. Estarás siempre presente".