Osvaldo "Cacho" Fernández // [email protected]

Cuando a nivel nacional el nuevo gobierno se debate entre un presidencialismo a secas, o una convivencia pacífica y consensuada entre Alberto y Cristina o un doble comando, en Olavarría parece que hay cada vez más vida política.

Efectivamente, a nivel nacional existen más operaciones que datos ciertos, pero la incertidumbre continúa. Por ejemplo, Gabriel Katopodis todavía no sabe si será el ministro de Obras Públicas, pero igual, su amigo de siempre José Eseverri, podría integrar su cartera en caso de que la la suerte del destino se incline para el lado del conocido intendente del Partido de San Martín.

Es por ello que como todo esto tendrá su reflejo en lo local, posiblemente, aunque conserve su propia identidad, el bloque unipersonal de "Vicky" De Bellis funcione dentro del interbloque con el Frente de Todos.

Sin embargo, y dicho sea de paso, últimamente el eseverrismo -también el lavagnismo- no pudo encontrar su identidad de mostrarse como una tercera posición, una alternativa para la grieta vigente.

Hasta ahora, y a pesar de que no existe la figura formal del "interbloque", todos han mantenido sus propias bancadas y el negocio del bloque unipersonal para luego funcionar como interbloque o acuerdos eventuales. Pero todos conservan o generarán sus propios empleos. Lo cierto es que todavía no se podría decir que la estructura actual del concejo deliberante sea la definitiva, y menos aún luego de la áspera discusión que habrían tenido dentro del núcleo duro de "Todos". (Las últimas elecciones funcionaron como el mítico Río de Heráclito y ya nada es lo mismo después de haber pasado por él).

Esa noche le pasaron factura no se sabe si a La Cámpora o a César Valicenti por el resultado local de las últimas elecciones.

La discusión se habría dado este viernes luego de que el diputado provincial se enojara con Germán Aramburu, tras lo cual Alicia Almada le habría reprochado el tono empleado. La reunión se realizó en el local camporista en donde en un momento la situación pareció salirse de madre.

El disparador habría sido el de no haber consultado al resto de la conducción pejotista la organización de la charla-análisis que dio el licenciado Pablo Palazzolo en el el local del PJ el último miércoles sobre las elecciones del 27 de octubre, y en todos los niveles.

El reto fue para Germán Aramburu y tal vez por el tono molestó mucho a Alicia Almada quien reprochó la manera con la que se estaba haciendo la crítica.

Posiblemente no habría caído bien que se invitara a un extrapartidario a dar una exposición de lo que había ocurrido en el comicio, algo así como que se le estaba dando a un "intruso", la posibilidad de analizar un hecho que habría merecido un análisis interno. Pero, bueno, Alberto Fernández está dando otro ejemplo y es el de hablar con todos, hasta con Ricardo Alfonsín, y más allá de las estrategias que pudiese tener el presidente electo, se lo ve a esto como una señal de apertura y transversalidad alejada completamente de la grieta.

La polémica fue in crescendo hasta que Valicenti habría desafiado a todo el grupo anticipando la candidatura de Federico Aguilera a senador provincial para 2021 y para volver a insistir con su postulación a intendente en 2023, cerrando también esa discusión.

Peronista de centro

Pero ese debate no está cerrado ni mucho menos. El peronismo es un partido que Perón definió alguna vez como una estructura en el que "cada uno lleva en su mochila el bastón de mariscal", por eso es que dificilmente exista una sumisión u obediencia duradera o un afán individual de conformar su propio poder.

Y más allá del deseo de instalar un candidato, seguramente habrá otros que competirán por esa candidatura. En las últimas elecciones, fue Marisel Cides quien quedó afuera, pero seguramente continuará en carrera y volvería a intentarlo porque ella se siente respaldada por el sindicato de los municipales (un gremio completamente inaceptable para el cristinismo local) y de los choferes de camiones.

Pero, por otro lado, también se perfila fuertemente otro pre-candidato para un peronismo mucho más cercano a la ortodoxia, con una impronta muy racional y moderada y también bien visto muy potable para peronistas y aquellos que no lo son. Ese pre-candidato es el contador, Sergio Milesi, y está dispuesto a ir instalándose en la ciudad para generar un perfil de candidato peronista de un centro ideológico, diferente.

Milesi representaría a un peronismo equidistante entre las diversas representaciones y con un sesgo mucho más acercado, como decíamos, a la ortodoxia doctrinaria, aunque poniéndole el acento también en la calidad institucional.

Su objetivo inmediato es el de ir conformando un centro de estudios políticos y sociales similar al de aquel Ceibo con el que Jorge Larreche preparó su plan un eventual gobierno. La idea, entonces, sería la de ir estructurando un escenario similar para construir un equipo cuyo objetivo sería el de poder gobernar la ciudad dentro de cuatro años. Sergio fue concejal y en esa función fue el autor de aquel proyecto de ordenanza por el que se aumentó en el impuesto a la piedra en un uno por ciento más, y también promovió otra idea que fue la de favorecer con algunos incentivos tributarios municipales a las pymes que emplearan gente, entre otras cosas.

El otro tema será el de saber si se va a bendecir a uno/a desde arriba o habrá una compulsa interna para definir el candidato, con o sin Paso.

Macrismo y radicalismo

En Cambiemos o Juntos para el Cambio, y aunque sea prematuro hablar de ello, asoman con mucha fuerza los nombres de Hilario Galli y de Bruno Cenizo, por el macrismo, aunque también podría irrumpir Dalton Jáuregui en este escenario particular, aunque el senador estaría algo contrariado porque debió dejar la banca en manos de Lucrecia Egger en virtud de un acuerdo previo que vino desde arriba y que no tuvo otra alternativa que aceptarlo.

Pero seguramente el radicalismo no se va a quedar mirando como convidados de piedra de esta disputa. ¿Será, entonces, el titular del comité, Francisco "Pancho" González o Martín Lastape, quien ya dio el primer paso de mostrar una suerte de autonomía al romper el bloque oficialista?. No se descarta de un retorno de Franco Cominotto a Olavarría, quien, según algunas fuentes, anda con muchas ganas de desembarcar con todo para rearmar Epico (espacio de participación e inclusión de la comunidad) el centro de estudios del partido, y desde el mismo comité cuyo edificio ya se comenzó a dar los primeros pasos para su reconstrucción.

Si bien parece algo prematuro comenzar a hablar de las precandidaturas para dentro de dos o cuatro años, la importancia que tiene esto es que la política comenzará a girar en torno a estos objetivos.

En realidad, y como indican algunos filósofos de las ciencias sociales, las acciones políticas son teleológicas, eso es, se analizan según la finalidad (teleos) para lo cual fueron programadas. De lo cual se infiere que cada conducta podría ser analizada y comprendida desde su proyección.