El crimen de la heredera en Timote, el pueblo donde pasó sus últimos días el ex dictador Aramburu
Hermelinda Machín tenía 75 años cuando fue asesinada. Su cuerpo apareció en un camino rural. Un hombre fue condenado a diez años de prisión.
Timote nació en 1876, a orillas de la laguna Formolán, en lo que hoy es el partido de Carlos Tejedor, en indómitas tierras arrancadas a los pueblos originarios en el último tercio del siglo XIX por el general Conrado Villegas. Gracias al tren, en parte, llegó a tener unos 2.300 habitantes hacia la década de 1930. Y ese brillo y empuje que se extendió por años, llegó en parte hasta 1970, cuando el nombre de este caserío saltó a la primera plana de todos los medios nacionales, cuando en el antiguo casco de la estancia "La Celma" apareció el cadáver del ex dictador antiperonista Pedro Eugenio Aramburu.
Era en este poblado que hoy tiene unos 500 habitantes y donde historias y leyendas siguen surgiendo de cada uno de sus lugareños, donde vivía Hermelinda Machín, una mujer de 75 años. Pese a su vida austera, era una de las herederas de dos campos y varias propiedades, una fortuna valuada en varios millones de dólares que le había dejado su hermana tras un triste accidente. Pero a la tragedia que había vivido ella, se sumó la propia, y su cuerpo apareció asesinado al costado de un camino rural el martes 29 de septiembre de 2009.
Ese día, Machín había vuelto de Buenos Aires en tren, donde había ido a visitar a su hijo. Llegó a Pehuajó a las 2.30 de la madrugada. Desde esta ciudad del noroeste bonaerense podía ir hasta Carlos Tejedor en colectivo o en auto. De acuerdo a lo que reconstruyeron los investigadores, en la estación eligió subirse a un remís, pero para que la llevara unas veinte cuadras hasta la terminal de colectivos local y no hasta Timote. Y el único dato que había de esa madrugada primaveral es que le mujer se había subido a un automóvil "raro". ¿Tal vez el de algún conocido?
A las 7.50 de ese martes 29, es decir un par de horas después de que se la viera subir al vehículo, tres maestras encontraron el cuerpo de Machín en un camino rural, cerca de la escuela N° 12 del paraje Húsares, en inmediaciones de la ruta 226. El paraje, que tiene una estación por la que ya no pasa ningún tren, es un sitio de pocas casas en el partido de Tejedor, a 40 minutos de Timote. El asesino no se preocupó en ocultar el cuerpo y lo dejó a metros de un enorme zanjón profundo. La mujer tenía signos de haber sido ahorcada.
El desenlace
La investigación tenía dos hipótesis: homicidio en ocasión de robo o un crimen vinculado a la herencia, que por esas horas tenía un expediente en un juzgado del Gran Buenos Aires. Pero no había muchas pistas. Recién en enero del año siguiente, el caso dio un giro. Unos días antes de la Navidad, una mujer de Pehuajó denunció a su pareja, el remisero Jorge Videla, de haberla amenazado durante una pelea. De acuerdo a lo que publicó el diario Clarín, en esa discusión, el hombre le habría dicho que le iba a pasar "lo mismo que a esa vieja, te voy a ahorcar". Allí se encendió la alarma.
Cuando se decidió buscar a Videla, se encontraba en Mar del Plata. Allí fue detenido mientras transitaba con su vehículo por la calle San Juan, y puesto a disposición de la Justicia de Trenque Lauquen. Era la segunda vez que declaraba, aunque en esta oportunidad como imputado sostuvo que era inocente.
El hombre había declarado días después del crimen porque prestaba servicio de remís en la terminal de tren de Pehuajó. Sin embargo, con su detención otro testimonio ubicó a una pasajera de característica similar a Machín subiendo al auto de Videla esa noche. Y a eso se sumó una pericia sobre el celular del remisero, que se activó a la hora del crimen cerca del paraje Húsares.
Meses después, Videla fue llevado a juicio. Allí, el Tribunal en lo Criminal N° 1 conformado por Pedro Gutiérrez, María Martínez y Horacio Centeno, del departamento Judicial de Trenque Lauquen, lo condenó a diez años de prisión por homicidio simple.