Después de haber sido acusada de prostituir a sus hijas a cambio de mercadería y pasar un mes alejada de ellas, Débora, vecina de Recalde, realizó un fuerte descargo en redes sociales en el que afirmaba que todo se había basado en una falsa denuncia. 

Durante el operativo, los oficiales revisaron la casa en busca de objetos sexuales y trasladaron a las dos hijas de Débora, de 13 y 7 años, al área de Pediatría del Hospital Municipal "Héctor M. Cura". Posteriormente, las menores fueron trasladadas al domicilio de un familiar para la guarda temporal. La causa fue caratulada como "promoción y/o facilitación de la prostitución de menores de edad".

Débora relató que después de haber sido denunciada, se presentó en el Servicio Local junto a su pareja por voluntad propia, pero lo único por lo que se preocuparon fue porque tenía un abogado penalista. "Seguro que sos culpable, por eso buscas a ese abogado", le dijeron. Además, tras haber comprobado que la denuncia no era cierta, el Servicio Local no le ofreció ayuda psicológica ni de ningún tipo a sus hijas.

Después de todo lo sucedido, Débora y su familia pidieron un pedido de disculpas por los daños causados: "Es importante que el estado se haga responsable de sus errores y se disculpe públicamente cuando corresponde. Esperamos que esta situación no vuelva a repetirse en el futuro", afirmó Débora.