A pesar de que el Banco Central, que contó en la semana con buena presencia de liquidaciones de exportadores, parece volver a estabilizar el tipo de cambio oficial tras las micro devaluaciones de la semana pasada, el dólar marginal volvió a ganar posición hasta tocar valores cercanos a $12 y amplió así la brecha con el oficial hasta el 50% aproximadamente.

La presión alcista también se manifestó sobre el contado con liquidación que se ubicó en niveles de $ 11, y sobre el dólar Bolsa que llegó a operarse a valores de $11,40. Con el correr de los días y con escasas políticas financieras de fondo, el contexto se ubica de nuevo en el escenario de meses atrás, con un renovado interés por la dolarización de las posiciones financieras. Este comportamiento se convierte en una realidad que se adelantó en el tiempo, ya que nadie descartaba la vuelta de la volatilidad a la plaza cambiaria. En principio, factores como la combinación de baja de tasas y la vuelta de las micro devaluaciones del Central, como también la falta de ajuste fiscal presionan para que la política monetaria vuelva a ser expansiva.

No obstante, en esta coyuntura, un buen dato de ayer sobrevino de la licitación de letras del Central. Más allá de mantener una tasa cercana al 27%, el Central logró una interesante demanda y hasta logró una aspirar de $1.350 millones del dinero circulante a comienzo de semana, manteniendo la estrategia de contraer la base monetaria para contener la inflación.

En tanto, en el mercado de bonos las subas volvieron a ser prácticamente generalizadas puesto que casi todas las especies terminaron en positivo empujadas ante la dolarización de carteras que volvió a dispararse en las últimas ruedas.

En relación con el acontecer del mercado, varias opiniones convergen en que la volatilidad en la plaza cambiaria se mantendrá, pero encontrando un techo para el dólar informal cercano a los valores en que se está operando, al menos de corto plazo, esto siempre y cuando no se tomen medidas que contrarresten el efecto como sucedió a principios de año. De todas maneras, a pesar que el techo de la cotización se entiende que está cerca, no cambia la visión sobre el mediano plazo y el retraso cambiario que se profundiza cada vez más a medida que la inflación avanza.