Té negro, verde o blanco...lo cierto es que consumir una taza de este brebaje tiene múltiples beneficios para nuestro organismo porque contiene antioxidantes, reduce el estrés y baja los niveles de hipertensión, entre otros. Tomar té caliente en un día frío puede resultar más que reconfortante y aporta una serie de beneficios, que te presentamos a continuación.

El té contiene antioxidantes que pueden ayudar a retrasar el proceso de envejecimiento, regenerar y reparar las células. Muchos estudios sugieren que los antioxidantes también ayudan a nuestro cuerpo a prevenir el cáncer.

También ayudan a prevenir la diabetes y existen algunas pruebas que sugieren que el té verde podría ayudar a reducir el riesgo de contraer diabetes tipo dos. Ayuda a fortalecer el sistema inmune ya que su contenido en flavonoides y vitamina H asisten al buen funcionamiento de las defensas del cuerpo y previenen el daño celular. El té negro puede reducir los efectos del estrés.

Un estudio egipcio sobre los efectos del té verde sobre los antibióticos, dice que el té sirve para aumentar los efectos de las drogas para matar las bacterias. Además, beber té previene la formación de peligrosos coágulos de sangre que a menudo son la causa de los accidentes cerebrovasculares y ataques cardíacos. También ayuda a disminuir la presión arterial.

Si lo bebes todos los días ayuda a reducir el riesgo de hipertensión arterial. Tomar entre dos a tres tazas de té al día reduce en un setenta por ciento el riesgo de un ataque al corazón.

Los taninos presentes en el té aportan flúor natural y protegen al esmalte dental de los efectos que produce la placa bacteriana en los dientes. El aporte de antioxidantes previene la halitosis, sobre todo si optas por un té de hierbas sin azúcar.

Por todo esto y sus grandes capacidades les dejamos unas alternativas de té que pueden contra "casi" todo.