Sebastián Lindner

@sebaslindner

Especial para EL POPULAR

Comencemos con un especial aviso a los incautos: lo que están a punto de ver es la segunda película basada en los libros de James Dashner que componen una trilogía de ciencia ficción distópica destinada a adolescentes y jóvenes adultos principalmente. Y la tercera parte, que se llamará "The Death Cure" se espera recién para el año 2017. Por lo tanto es fundamental haber visto la primera, "Correr o Morir" -que se estrenó en el 2014 y recaudó 340 millones de dólares-, para entender de qué trata la historia y para no enojarse con un final que no cierra.

Nuevamente lo tenemos en la silla de director de la franquicia a Wes Ball, que ya había demostrado dar la talla con la anterior película y no decepciona para nada con esta otra, respetando mucho (según dicen los que han leído los libros) la obra de Dashner. "Prueba de Fuego" comienza exactamente donde terminó "Correr o Morir", con Thomas (Dylan O''Brien) y el resto de su grupo bajando del helicóptero que los rescató del laberinto para entrar en una especie de instalación militar dirigida por un señor llamado Janson (Aidan Gillen de "Game Of Thrones"). Pronto veremos, y esto no es un spoiler, que las cosas están lejos de mejorar y nuestro grupo protagonista deberá huir por el desierto en busca de una facción rebelde llamada "La Mano Derecha", escapando de "C.R.U.E.L." y sobreviviendo a duras penas los ataques de los infectados.

Todos los que jugaron el gran videojuego post-apocalíptico de Naughty Dog llamado "The Last Of Us" no podrán evitar recordarlo al ver "Maze Runner 2" por las enormes similitudes que se ven en pantalla, especialmente en tres puntos: la escenografía repleta de edificios destrozados y autos abandonados, el vestuario que incluye mochilas con tuberías listas para reventar cabezas y, claro, los infectados (que no son zombies como muchos han dicho).

Puntualmente en el caso de los infectados, la similitud ya casi roza el afano liso y llano. Al igual que en el hermoso juego en el que avanzamos la historia con Joel y su hija Sarah, los infectados son muy violentos y atacan a la presa al verla (corredores), se comunican haciendo extraños ruidos y gritos (chasqueadores), y cuando hace mucho tiempo que están infectados parece que se les desarrollaran extrañas mutaciones, muy "similares" al hongo del videojuego que provoca la infección.

Más allá de estos detalles, la narración es muy ágil todo el tiempo y la película logra atrapar al espectador y, a pesar de sus dos horas y monedas, Ball se las arregla para no aburrir nunca, con excelentes escenas de acción y un ritmo que no decae nunca. "Prueba de Fuego" logra algo extraño: convertirse en la primer "película del medio" de una trilogía que supera a la primer entrega, y eso no es poco señores. Peliculómetro: 79%