El papa Francisco rezó la oración de los abuelos y ancianos del mundo
En un video en el marco de la Primera Jornada Mundial de los Abuelos y de los Mayores, el Papa unió su voz a los que invocan el fin de la pandemia y de las guerras y da gracias por el don de una larga vida hecha de alegrías y dificultades pero nunca sin el consuelo de Dios.
Francisco no presidirá la celebración eucarística prevista en la basílica de San Pedro por la primera Jornada Mundial de los Abuelos y los Ancianos para hoy domingo, por estar recuperándose de su operación por la que estuvo hospitalizado en el hospital Gemelli de Roma. El Vaticano precisó que el Pontífice no asistirá a la misa especial por esta jornada, pero seguirá adelante con el Ángelus, la oración de hoy domingo al mediodía.
El Pontífice fue protagonista del video junto con los ancianos y abuelos del mundo: hombres, mujeres, matrimonios de diferentes orígenes y colores, físicamente distantes pero cercanos en la fe y en la fuerza de la oración que los hace uno con Francisco y la humanidad.
En su oración-mensaje invocan al Señor para que calme la pandemia y acabe con todas las guerras, pero también es una acción de gracias por los momentos de alegría y dificultad, por la bendición de una larga vida en la que nunca ha faltado el consuelo y la presencia viva del Señor. Así, las voces se alternan y entre ellas está también la de monseñor Laurent Noël que, a sus 101 años, es el obispo más anciano del mundo.
La oración es la oficial para la primera Jornada Mundial de los Abuelos y los Ancianos, que se celebra, por iniciativa del Papa, hoy domingo 25 de julio con una misa en la basílica de San Pedro a las 10 (hora de Roma) presidida por el arzobispo Rino Fisichella, presidente del Consejo Pontificio para la Promoción de la Nueva Evangelización. La celebración eucarística contará con la participación de 2.000 personas de la diócesis y de las asociaciones implicadas en la pastoral de la tercera edad.
El Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida precisó que serán en su mayoría abuelos acompañados por sus nietos, pero significativamente, habrá varios cientos de personas que saldrán, por primera vez, de las estructuras residenciales en las que viven después de más de un año de aislamiento. Al final de la celebración, los jóvenes presentes en San Pedro ofrecerán a los abuelos y ancianos presentes una flor con el mensaje del Santo Padre: "Yo estoy con ustedes todos los días", que es también el tema de la Jornada. En las diócesis y parroquias de todo el mundo se han previsto celebraciones similares en diferentes formas.
El Dicasterio invita a todos, especialmente a los más jóvenes, a celebrar el Día Mundial de los Abuelos y los Ancianos visitando a sus abuelos o a los ancianos solos en su comunidad en los días siguientes. La visita -que está asociada a la concesión de la indulgencia plenaria establecida por decreto de la Penitenciaría Apostólica- puede ser una oportunidad para transmitir el mensaje del Santo Padre y recitar juntos la oración.
La oración de los abuelos y ancianos del mundo. "Te doy las gracias, Señor, por el consuelo de tu presencia. También en la soledad, eres mi esperanza, mi confianza. íDesde mi juventud, eres mi roca y mi fortaleza! Gracias por haberme dado una familia y por la bendición de una larga vida. Te agradezco los momentos de alegría y de dificultad, por los sueños cumplidos y por los que aún tengo por delante. Te agradezco este tiempo de renovada fecundidad al que me llamas. Aumenta, Señor, mi fe, hazme un instrumento de tu paz; enséñame a acoger a quien sufre más que yo, a no dejar de soñar y a narrar tus maravillas a las nuevas generaciones.
"Protege y guía al papa Francisco y a la Iglesia, para que la luz del Evangelio llegue hasta los confines de la tierra. Envía tu Espíritu, Señor, a renovar el mundo, para que la tormenta de la pandemia se apacigüe, los pobres sean consolados y toda guerra termine.
"Sostenme en la debilidad, y concédeme vivir plenamente cada momento que me das, con la certeza de que estás conmigo cada día hasta el fin del mundo. Amén".
Un día deseado por el Papa. El video difundido el viernes último prepara y relanza, por tanto, la Jornada de hoy fuertemente deseada por el Papa, como se anunció al final del Ángelus del pasado 31 de enero, indicando la fecha como el cuarto domingo de julio, cercana a la fiesta de los santos Joaquín y Ana, abuelos de Jesús, y explicando la intención, es decir, celebrar el don de la vejez y recordar a quienes, antes que nosotros y por nosotros, custodian y transmiten la vida y la fe.
Posteriormente, en el mensaje dedicado a esta nueva jornada, hecho público el pasado 22 de junio, el Papa destacó la vocación de la tercera edad, definiéndola en tres ámbitos: "conservar las raíces, transmitir la fe a los jóvenes y cuidar a los jóvenes". También en el texto guía de esta jornada, el Papa elevó su oración especial para que "cada abuelo, cada anciano, cada abuela, cada anciana -sobre todo los que están más solos entre nosotros- reciban la visita de un ángel", como San Joaquín, el abuelo de Jesús, apartado de la comunidad por no tener hijos.
El gran tema, por tanto, de la soledad y el sufrimiento que la pandemia acentuó, y por el que el Papa reiteró su certeza: "Incluso cuando todo parece oscuro, como en estos meses de pandemia, el Señor sigue enviando ángeles, para consolar nuestra soledad y repetirnos: ''Yo estoy contigo cada día''". Este es precisamente el tema de la Jornada y el concepto subyacente de la oración que también figura en el video. Agencia AICA