BOCA dejó atrás la derrota en el Superclásico y apunta todos sus cañones a la gran obsesión: ganar su séptima Copa Libertadores. Para eso, este jueves deberá superar a Palmeiras, como visitante, por el juego de vuelta de las semifinales. La ida en La Bombonera fue empate 0-0.

Tras haberse entrenado por la mañana en Buenos Aires, el plantel comandado por Jorge Almirón llegó en la tarde de este martes a Brasil, donde continuará con su plan para acceder a la gran final. A partir de las 9 de la mañana del miércoles, trabajará en el predio de Corinthians y allí serán evaluados Marcos Rojo y Nicolás Figal.

Boca llegó a Brasil el martes por la tarde.

Ambos centrales llegan con molestias físicas y vienen realizando ejercicios de forma diferenciada. Aunque en el cuerpo técnico son optimistas y confían en recuperarlos para el trascendental encuentro, habrá que esperar a cómo respondan cuando sean exigidos.

El césped sintético del Allianz Parque puede convertirse en un agravante para la situación de los defensores. Por caso, el Xeneize finalmente no trabajó en sus canchas con césped mixto como tenía planeado ya que consideró que podía terminar sobrecargando a sus futbolistas. El primero en poner el foco en el escenario y elevar la voz fue Sergio Romero, quien consideró que "para el sintético está el hockey".

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De esta forma, Almirón deberá definir el 11 de Boca para medirse con Palmeiras y decidir si mantiene el 4-4-2 empleado en la ida o se vuelca por una línea de 5 en el fondo con el ingreso de Nicolás Valentini, tal como empleó en el Cilindro de Avellaneda ante Racing, en cuartos de final.

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