ANMESSIA: INTER SE OLVIDÓ EN MIAMI A LEO Y EL INVICTO
Los coletazos de la dura caída de las Garzas Rosadas sin Leo, tras 12 partidos sin conocer la derrota.
LIONEL MESSI, con su ausencia, fue el más presente de todos en el Mercedez Benz Stadium de Atlanta. Precisamente, la paradoja marca que en un estadio con nombre de automóvil de lujo, el carruaje se convirtió en calabaza sin el mejor del mundo y el golpe de la caída fue fuerte: derrota por 5 a 2 con el local y adiós a un invicto que llevaba 12 presentaciones y que había comenzado justo cuando Leo arribó a su nuevo hogar.
La pizza que exhibió en una historia de Instagram el viernes, mientras sus compañeros viajaban para el partido del sábado, le hubiera caído mal al capitán si la hubiese degustado mientras observaba el errático andar de su equipo, que como aspecto positivo mostró al otro Leo: el ecuatoriano Campana, que marcó los dos tantos del honor.
Tres argentinos muy buenos (Benjamín Cremaschi, Tomás Avilés y Facundo Farías) no alcanzaron para suplir al mejor de todos (¿los tiempos?), y la jerarquía de Sergio Busquets no fue suficiente para remediar los desequilibrios de un equipo permeable de principio a fin en una jornada para el olvido. Jordi Alba, el restante de esa monolítica alianza profesional y amistosa que vivió la gloria en Barcelona, tampoco integró la comitiva por fatiga muscular.
Pero más allá del dolor por la goleada, el parate del capitán era necesario de cara a lo que se viene: una seguidilla de encuentros que incluyen la difícil pero posible empresa de clasificar a los playoffs de la MLS (está a 6 puntos de esa chance) y, sobre todo, la disputa de la final de la US Open Cup, el 27 de septiembre, ante Dynamo Houston en Fort Lauderdale.
Eso lo tiene bien claro el entrenador, Gerardo Tata Martino, que después de la debacle contra Atlanta reveló que Messi sufre "fatiga muscular" y que "corríamos el riesgo de tener peores consecuencias" si con su varita mágica hubiera intentado torcer el destino de la inobjetable derrota.
El Tata tiene entre ceja y ceja aquel partido definitorio que se producirá en apenas 10 días y que los coloca al borde de una situación histórica: obtener el segundo título para la franquicia en apenas 2 meses, después de haber logrado la Leagues Cup, el primer campeonato en la corta historia del club. “A veces es difícil tomar decisiones, pero la realidad es que hay una final”, explicó.
A sabiendas de lo competitivo que es, a Messi le debe haber costado conciliar el sueño con la estrepitosa caída consumada, pero también él puso la mira en esa segunda posible estrella y todo el esfuerzo estará depositado en esa obsesión. Por lo pronto, este domingo se entrenará junto con Alba, aunque el horizonte prioritario es la US Open Cup. "No tenemos urgencias. Si está bien y confiado puede llegar a jugar, pero si no pasa esto esperará unos días más. Es muy difícil porque la final es un solo partido y estamos ahí. Es muy tentador ir por un título”,justificó Martino la estrategia para llevar de a poco al 10.
El miércoles 27, con un Messi pleno y hambriento de gloria, no será Inter Miami si no su rival quien pronuncie la famosa frase: "Houston, tenemos un problema".