"El dolor va a permanecer siempre, pero hoy lo llevamos con más alivio", expresa Yesica Salguero a tres años de la muerte de su hijo Enzo Marconi, quien a sus 15 años de edad fue asesinado el 9 de febrero de 2020 tras recibir un disparo a la altura del pecho en el barrio Jardín.

Yesica cuenta a las cámaras de Canal Local que está "tranquila porque mi hijo descansa en paz, porque logré que tuviera justicia, fui fuerte y lo tengo que seguir siendo por sus hermanitos".

Su homicida, Sebastián Elías Sánchez de 19 años en aquel entonces, fue condenado en octubre del 2021 a cuatro años de prisión efectiva por ser hallado culpable de "homicidio culposo en concurso ideal con portación de armas de fuego sin la debida autorización legal".

De todas maneras, el condenado fue detenido recién el 5 de julio de 2022, debido a que la sentencia no había quedado firme.

En diálogo con Canal Local, Salguero indica que pesar de este alivio de que Sánchez "esté pagando por el crimen que cometió", la condena "fue muy dolorosa. Sabemos que cuatro años no valía la vida de Enzo y que la pérdida es irreparable".

Ambas partes, tanto el abogado que representaba los intereses de la mamá de Enzo, Yesica Salguero; como el letrado que defendió a Sánchez apelaron la sentencia en segunda instancia, pero el pedido no prosperó. "Lamentablemente el fallo fue que estaban de acuerdo, que coincidían con la sentencia que se le dio en el Juzgado y no nos queda otra que aceptar eso, pero también estoy conforme y tengo paz de saber que logré que la causa de mi hijo fuera a juicio, que el asesino esté preso fue muy difícil", dice.

En cuanto a la etapa posterior del juicio, cuenta que le tocó "caer a mi realidad. Estuve casi dos años ocupada como si mi hijo todavía estuviera vivo y lograr que el asesino esté preso, y después caí en la realidad de la ausencia de mi hijo".

El recuerdo de Enzo

Yesica define a Enzo como "un chico súper familiero". Señala que "amaba a su papá, a sus abuelos, a mí, a sus hermanos".

"Me quedo con todo lo hermoso que fue haber compartido cenas con él, haber tenido un privilegio de verlo crecer, de compartir sus amistades, de compartir cuando él tenía una novia. Me quedo con esos hermosos y bellos recuerdos que van a vivir hasta el día que yo me tenga que reencontrarme con él, así también como su papá y sus abuelos", asegura.

Por último, habla de su motor: sus hijos, los tres hermanos de Enzo. "Hay dos palabras que van a quedar patente y quedaron marcadas en mi vida: él siempre me dijo que yo era una mamá guerrera por haber criado a él y a sus hermanos sola, y esas son las palabras que me quedo para seguir adelante y terminar de criar a sus hermanos".