Una de las principales preocupaciones que debió afrontar el Municipio en relación a los Corsos Oficiales 2019 tuvo que ver con el Rey Momo. El mismo, realizado por los internos de la Unidad Penitenciaria Nº 2 de Sierra Chica como parte de un trabajo de integración y arte que llevan adelante en la sección Talleres, fue presentado varias jornadas antes del inicio de la fiesta y despertó polémica.

La idea original del Momo hizo referencia a la imagen de una figura que remitía a los pueblos originarios para representar al Dios Momo, por lo que llegaron las criticas del mencionado sector. Entre idas y vueltas, el Municipio decidió finalmente hacer algunas modificaciones, las cuales se pudieron advertir en el desfile del Rey Momo que dio inicio a los corsos durante el pasado viernes.

Según describieron desde el propio Municipio en el testamento del Rey Momo, "se encuentra sentado y con un tamboril entre las piernas, porque la música es signo de alegría y adoración; y a la vez, parte fundamental de la fiesta". En el mismo no se hizo referencia a sus modificaciones estéticas.

"El Rey Momo es un símbolo e imagen carnavalesca que ha prevalecido a lo largo del tiempo. Él preside, cada año, esta celebración de enorme alegría popular, que hermana a todos los sectores de la sociedad, donde el éxtasis colectivo impide la prolongación de lo antiguo y no cesa de engendrar lo nuevo y lo joven. Desde sus orígenes, los carnavales han sido la representación de las costumbres de cada pueblo y el rey Momo, ha ido tomando diferentes formas", dice otro sector del testamento.