Desde que apareció el coronavirus las manos se convirtieron en centro de todos los cuidados. El lavado frecuente y la utilización de alcohol en gel en cada momento son fundamentales a la hora de protegernos para prevenir contagios. Sin embargo, el uso constante de estos productos hace que nuestra piel se reseque.

Cómo mantener nuestras manos hidratadas y sanas. Lo primero que hay que tener en cuenta es lavarlas con un jabón adecuado, que sea neutro y lo más suave posible. Utilizar una cantidad moderada de jabón, sin excesos.

Por otra parte, lo recomendable es utilizar gel desinfectante solo en casos específicos donde no haya otra forma de higienizar nuestras manos. Siempre, primero, optar por agua y jabón. Si estás fuera de casa y no podés lavarte las manos, entonces sí utilizá el gel.

Después del lavado de manos lo ideal es secarlas de manera correcta, con una toalla suave y mediante golpecitos, sin frotar.

Una vez que las manos están limpias, utilizar una crema hidratante que sea específica para tu tipo de piel.

Cada vez que haya que limpiar, fregar o desinfectar cualquier cosa del hogar es fundamental el uso de guantes para proteger y cuidar las manos para que no estén en contacto directo con productos de limpieza que pueden dañarlas.

Una vez a la semana, lo aconsejable es exfolias tanto uñas como cutículas, ya que ambas son una parte importante de las manos.

Aunque en muchas localidades ya se han habilitado peluquerías y centros de belleza, durante largas semanas tuvimos que cuidarnos desde casa y, aunque los comercios del rubro están trabajando todavía hay quienes prefieren no salir, salvo en casos sumamente necesarios, razón por la cual continúan cuidando su belleza ellas mismas.

Uñas bellas y saludables

El cuidado de las uñas es cada vez más frecuentes en las mujeres y el servicio de manicure se ha convertido en algo casi esencial para muchas. ¿Cómo hacerlo desde casa?

En primer lugar es importante tener en cuenta no esmaltar nuestras uñas por demás. Lo ideal es esmaltarlas una vez a la semana, si se trata de un esmalte tradicional (no semipermanente).

Se necesita alcohol y algodón para esterilizar bien la zona de dedos y uñas. Una vez realizado este paso, con un palito de naranjo empujar las cutículas lo más que se pueda, nunca cortarlas ya que son la defensa de nuestra uña. En caso de tener que cortarlas, es preferible esperar y ver a una profesional para no cortar demás y lastimar la zona.

Otro elemento imprescindible es la lima para emparejar el largo y los costados, de manera tal que queden prolijas con la forma que cada una desee darle. Evitar cortar las uñas y utilizar la lima hacia un mismo sentido y siempre utilizar lima de cartón (no metálicas).

Luego de limar y repujar cutículas, exfoliar las manos y la zona de uñas hace que se vean más suaves y estén más cuidadas. Aplicar una crema hidratante y después, esmaltar teniendo en cuenta que antes que nada debe usarse una base, esto hace que se protejan las uñas de los esmaltes. Esmaltar con el color que más les guste y luego aplicar un brillo final, ya que protege más el color de la uñas.

Las uñas de los pies son tan importantes como la de las manos. Por eso, si las uñas están muy largas, cortarlas en forma recta y repujar las cutículas con la finalidad de que no se acumulen. Como las uñas de las manos, si no es necesario cortar, utilizar la lima.

Exfoliar los pies o darle un baño de remojo durante unos minutos reconforta. Así como también masajearlos con una crema hidratante, obteniendo así una sensación placentera y de descanso.

Uñas hidratadas

Si no cuidamos adecuadamente las uñas o no usamos los productos adecuados para tratarlas, puede que se debiliten con facilidad o que padezcan trastornos que deterioren el aspecto de nuestras uñas.

¿Cómo fortalecerlas?

El aceite de oliva o de almendras es un perfecto aliado e hidratante para nuestras uñas. Basta con remojar nuestras uñas en aceite de oliva unos 10 minutos un par de días a la semana. O aplicar unas gotitas de aceite de almendras luego de esmaltar.

Habitualmente nuestras uñas se ven afectadas por factores internos y externos que hacen que estas se debiliten, se manchen, o se vuelvan quebradizas y frágiles. El cuidado de nuestras uñas es muy importante, sobre todo si nos hacemos la manicura con frecuencia y pretendemos que las uñas nazcan más fuertes y sanas.

En ocasiones suelen aparecer manchas o decoloraciones. Si se trata de lesiones o enfermedades, deben ser tratadas por especialistas, pero si simplemente son manchas superficiales pueden ser tratadas desde casa. Para eliminar estas manchas solo se necesita limón para frotar la superficie de la uña.