En Argentina, sin razones "para sospechar que pueda ocurrir algo así"
La secretaria de Política Minera de la Nación, Carolina Sánchez, estuvo en Olavarría el lunes para participar del acto por el 100º aniversario del primer despacho de cemento en Sierras Bayas. Junto a la directora provincial de Minería, la olavarriense Carola Patané, brindaron una entrevista a EL POPULAR para repasar los principales aspectos de la gestión del área en sus ámbitos de desempeño.
Además, visitaron las plantas de Cementos Avellaneda y Loma Negra en nuestro distrito. "Quedamos asombradas por los niveles de inversiones, la cantidad de gente que se incorpora al sector, mano de obra genuina, gente capacitada y toda muy joven, que son de Olavarría o la zona" destacó la directora Patané.
-Vimos días hace pocas semanas este desastre en Brasil con un emprendimiento minero. ¿Cómo estamos en Argentina con respecto al compromiso ambiental del Estado y las empresas?
C.S.-: La verdad es que lo que pasó en Brasil es una tragedia humana, porque lo primero es que murió mucha gente. Lo segundo es que se afectó ambientalmente una gran área. Y de acuerdo a la información disponible en medios públicos, cada vez parece más que muchos actores no actuaron éticamente. Nadie puede asegurar que es imposible que una cosa así pase, sería irresponsable. La actividad minera, como cualquier actividad industrial tiene riesgos. Se trata de gestionar esos riesgos. Para ello hacen faltan dos cosas: conocimiento técnico e inversiones. Y además no sirve de nada que un actor se haga cargo de gestionar esos riesgos -el Estado controlando o las empresas con inversiones- ya que todos los actores tenemos una responsabilidad. En realidad, como en cualquier actividad productiva lo que tenemos que preguntarnos es si estamos todos haciendo lo posible para que estas cosas no ocurran. Estas cosas ocurren porque hay un montón de comportamientos que se encadenan. Al margen de eso, en Argentina no tenemos diques de cola tan antiguos como ese y la condición ambiental es distinta ya que están en zonas áridas y semiáridas. El dique de cola más grande y antiguo está Catamarca, lleva toda una batería de sistemas de control que realiza la provincia, todo está auditado en forma externa con informes públicos. No tenemos ninguna razón para sospechar que pueda ocurrir una situación así, aunque los controles no deben aflojar nunca. Y al hablar de diques de cola se debe apuntar no sólo a controles de estabilidad química, que no haya filtraciones, sino también la física de las obras. Lo de Brasil es un emergente de una crisis moral donde un montón de actores hicieron todo mal.
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