Después de dos años de pandemia, y tras la suspensión de la fecha original por el dramático accidente en una fábrica de explosivos que costó la vida de tres personas, finalmente los Corsos Oficiales fueron reprogramados y el público olavarriense pudo disfrutar de la tradicional fiesta popular que en cada edición ratifica su poder de convocatoria.

Muchísimos espectadores, casi la totalidad de las sillas que conformaron la platea ocupadas, y muchos otros de pie. Pese a que las condiciones del tiempo no acompañaron, el marco fue ideal para darle brillo al regreso. Los más previsores llegaron bien temprano y lograron plantarse bien adelante para que nada impidiera la visibilidad. Otros, que se decidieron a último momento debieron andar bastante para acomodarse y conseguir una buena ubicación.

Los puestos de ventas de espuma y comidas tuvieron mucha actividad. Quienes compraron tarros pudieron retirar un número en los stands para participar del esperado sorteo.

El intendente Ezequiel Galli, el secretario de Desarrollo Humano, Diego Robbiani, y el subsecretario de Cultura, Bruno Cenizo, se destacaron entre las presencias.

El jefe comunal tuvo su primera aparición pública cuando se acercó a saludar a Mamina Hurtado que, con sus 102 años, fue una de las integrantes de la numerosa y divertida delegación de Verano Dorado.

Galli y los funcionarios aceptaron rápidamente la invitación al baile, en medio de un clima festivo generalizado.

Algunas gotas de lluvia cayeron y muchos empezaron a mirar al cielo esperando que la amenaza de tormenta se despejara pronto.

El paso de Bahía Ba hizo olvidar del mal clima. Mucha energía, mucho color en las vestimentas, mucho ritmo de las bahianas, bailarinas de la escuela de samba que a su paso contagiaron las ganas de moverse a casi todos. Madame Lu también tuvo su presencia destacada, además de los grandes y chicos con sus instrumentos de percusión.

Siguió la batucada Insaciables con la presentación de Tribu.

Y luego entró en escena la murga Comodines de Febrero, en su única noche de los Corsos Oficiales y su debut absoluto en el popular evento. Con sus colores característicos: violeta, blanco, verde y negro, y más de una veintena de integrantes de distintas edades también se llevaron una ovación del público.

Con el correr de la noche, el marco se fue acrecentando de una manera significativa.

Otro muy buen momento de la noche fue el paso de los Sambos Caporales en representación de los jóvenes: vestimentas típicas de la comunidad boliviana, muchas niñas y jóvenes acompañadas por un solo varón, con ritmo y alegría y una demostración que la cultura y las raíces se mantienen vivas y pasan de generación en generación.

El intendente Galli volvió a sumarse al baile y captó la atención de las cámaras de los fotógrafos que cubrían el Corso y de cientos de vecinos que con sus teléfonos celulares también quisieron llevarse un recuerdo del momento.

La Legendaria con sus pasistas y su línea de percusión también se destacó en la grilla del corsódromo Gabriel Antonio.

Vip Samba, con la recreación de Aladino y su carroza de bailarinas, música y luces, también logró hacerse notar y se llevó muchísimos aplausos.

Una repercusión muy similar tuvo la batucada Amizade Sambá con bailarinas y ritmistas que se lucieron y mostraron todo el trabajo previo que realizaron para llegar al Corsódromo.

El recorrido que cada agrupación hizo fue de 400 metros y el avance fue lento para que todos los espectadores pudieran disfrutar de las presentaciones.

La grilla siguió con Derramando Alegría, una agrupación del barrio Facundo Quiroga con bombos y redoblantes como protagonistas centrales que ya suma más de una década de historia.

Siguió Laten Las Lonjas, que marcó mucha presencia a su paso, siempre ante la atenta mirada del jurado ubicado en la primera fila, anotando todos los detalles y las consideraciones para luego tomar la decisión.

El Color de tu Corazón marcó la continuidad de la noche, que también tuvo en las inmediaciones un puesto de vacunación.

Para el cierre del desfile por el Corsódromo, el broche de oro fue la presentación de Daii Yará, una de las comparsas más convocantes de la ciudad que celebró con el público sus 15 años de vida y crecimiento.

Entonces sí, la esperada quema del Momo y las bandas Queso y Dulce y Cumbieros marcaron el punto final y la despedida hasta el 2023.