Una mujer que estuvo presa durante 11 años como acusada de un crimen del que fue absuelta por la Corte Suprema de Justicia en diciembre pasado fue encontrada muerta este miércoles en su vivienda de Posadas y los investigadores creen que se trató de un suicidio, informaron fuentes policiales.

Se trata de Cristina Vázquez, de 38 años, cuyo cuerpo fue descubierto cerca de las 14 en el sector de ingreso principal a su casa del barrio El Palomar de la capital de Misiones por su hermana.

La hermana de Cristina fue quien dio aviso a las autoridades a raíz de que la mujer, desde hace días, no contestaba los mensajes ni atendía a su puerta, lo que despertó la preocupación en sus familiares.

En el lugar trabajaron efectivos de la comisaría Tercera de Posadas bajo la supervisión del juez de Instrucción 6, Ricardo Balor.

Si bien los detalles del caso se preservan, los indicios apuntan a un suicidio como principal hipótesis, ya que según sus familiares la mujer atravesaba un profundo cuadro depresivo.

El documental "Fragmentos de una amiga desconocida" se adentra en la historia que convirtió a Cristina Vázquez en la sospechosa perfecta. Un relato que, sin pruebas fehacientes, la tuvo en la cárcel.

Al respecto, la ministra de las Mujeres, Géneros y Diversidad, Elizabeth Gómez Alcorta, escribió esta tarde en su cuenta de Twitter: "Cristina Vázquez pasó 11 años presa por un crimen que no cometió y fue absuelta por la Corte SJN recién en diciembre pasado. Víctima de un sistema patriarcal, condenada por ser mujer y pobre. Lo seguimos diciendo: necesitamos una reforma judicial con perspectiva de género".

Vázquez y Cecilia Rojas (37) -la otra mujer condenada por el crimen de Ersélida Dávalos de Insaurralde (79)- fueron beneficiadas en diciembre del año pasado por el fallo del máximo tribunal, luego de que durante años sostuvieran que eran inocentes y fueran defendidas por distintas organizaciones que reúnen a penalistas del país.

El caso comenzó el 27 de julio de 2001, cuando la jubilada del Poder Judicial de Misiones fue asesinada a golpes en la cabeza, presuntamente con un martillo, en su casa de Posadas.

La mucama la encontró al día siguiente en el lavadero y se determinó que de la vivienda habían robado dinero y joyas, pero no se hallaron testigos para esclarecer el hecho.